Quienes compartimos profesión y anhelos, recibimos este 10 de julio la noticia del fallecimiento de nuestra querida compañera Ángela Gutiérrez Puebla con un fuerte impacto, pero con el leve consuelo de pensar que su despedida se producía en un día de cielo azul, luminoso y limpio, como ella misma.
Si alguna característica definía a Ángela era su forma de ser amable, cariñosa y tierna, que no dudaba en regalar constantemente a mayores y niños. Un auténtico “cielo” de persona y de compañera. Una mirada limpia y una sonrisa franca que iluminaban cualquier momento de duda o dificultad.
Algunos tuvimos la fortuna de conocerla desde nuestra época de residentes en el antiguo Hospital Materno-Infantil del HUCA, en los años 90 del siglo pasado (como dicen ahora). Allí aprendimos mucho más que Pediatría porque nos enseñaron, y supimos comprender, que para ser buen Pediatra es necesario mantener el empeño y la ilusión del primer día. La frescura que acompañó siempre a nuestra gran compañera.
Después de varios destinos, Ángela llevaba varios años como Pediatra de Área de Atención Primaria en Salas, donde era querida y apreciada, como no podía ser de otra manera. Con frecuencia disfrutábamos de su participación en los cursos y reuniones de la AAPap, donde aprovechábamos para conversar sobre esas cosas del trabajo y de la vida que tantas vueltas dan.
Desafortunadamente, no habrá ya más conversaciones, pero siempre que contemplemos el cielo azul, luminoso y limpio, sin duda, la recordaremos.
Descansa en paz, Ángela.
Francisco Javier Fernández López.
Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria.