Si tu hijo tiene dermatitis atópica (DA), saber sobre la enfermedad es clave para un buen manejo. En este texto veremos las causas de la DA y las medidas higiénico-dietéticas que podemos aplicar.
¿Qué es la DA?
También llamada eccema atópico, es la enfermedad de la piel más frecuente en la infancia. Cursa en brotes con inflamación de la piel que precisan tratamiento médico para un buen control.
Gracias al avance en lo que se sabe de la forma en que se produce, hoy en día se sabe que la DA es una enfermedad que afecta a distintas partes del cuerpo, mediada por linfocitos T-helper2 (TH2). Por esto mismo, se engloba dentro del concepto de atopia, que significa “reacción exagerada”.
¿Cuál es su causa?
La causa de la DA es múltiple y con frecuencia los pacientes que la tienen presentan además otros problemas. Los factores que influyen en que se produzca son:
- Factores genéticos
- Factores ambientales
- Problemas de la barrera de la piel y del sistema inmune
- Problemas del microbioma
Hoy en día existe la teoría de que la inflamación comienza con la alteración de la barrera de la piel debida a que los pacientes con atopia presentan alteración de genes y proteínas que forman la piel, como por ejemplo la filargina. Esta proteína es esencial para que las células de la piel estén unidas. Estos defectos implican una pérdida de la barrera cutánea inmune de la piel ante factores ambientales “extraños” (radiación ultravioleta, polución, productos de limpieza…) siendo más fácil la infección e inflamación de esta.
A este proceso se le añade que los niños con DA tienen respuestas del sistema inmune más “exageradas” a los factores ambientales, dando un proceso inflamatorio como respuesta. Las células de defensa (linfocitos) producen sustancias (interleucinas) que estimulan y perpetúan la inflamación y que favorecen la aparición de picor, así como la producción de proteínas IgE (inmunoglobulina E) y eosinofilia, que se relacionan mucho con procesos alérgicos.
En cuanto al microbioma, que son los microorganismos que viven en la piel de forma natural, se ha visto que los pacientes con DA tienen un disbalance en la flora de la piel. La bacteria Staphylococcus aureus es la que domina en la DA y puede provocar infecciones en la piel.
¿Qué otros problemas pueden tener los pacientes?
La reacción exagerada del sistema inmune afecta distintas partes del cuerpo: el sistema respiratorio (a nivel bronquial se puede manifestar en forma de asma), mucosas como la ocular y nasal (produciendo rinitis y conjuntivitis…) y alergias (alergias alimentarias…).
El riesgo de padecer estos problemas es mayor cuanto más grave es la DA. Los estudios recientes constatan que los niños con DA tienen 2-3 veces más riesgo de tener asma a los 6 años. Así pues, se estima que entre el 40-80% de los niños atópicos tendrán rinitis alérgica. Los problemas en los ojos se calcula que están presentes hasta en el 30% de los casos y más o menos el 16% de los niños atópicos tendrán alguna alergia alimentaria.
Así se produce la marcha atópica, que no es más que el riesgo que se ve en los pacientes atópicos de presentar estos problemas por la respuesta exagerada del sistema inmune ante factores ambientales.
Así mismo, no podemos olvidar el síntoma guía de la DA, el prurito, que, junto a lo anterior, afectan de forma negativa la calidad de vida de los niños, ya que provocan problemas de sueño y por tanto de su rendimiento escolar. A su vez, se han descrito un aumento de alteraciones en la esfera neuropsiquiátrica, mostrándose en forma de depresión, ansiedad, trastornos de conducta…
¿Qué medidas son esenciales?
El fin del tratamiento de la DA es reparar la barrera cutánea y disminuir los brotes. Para ello, es crucial incidir en las medidas de higiene de cuidado de la piel.
Se recomienda hacer baños o duchas cortas con agua tibia, usando jabones con pH 5-6 (igual que la piel) y sin fragancias ni detergentes. Otra opción son los baños con lejía diluida (bajo recomendación médica). Así pues, es de vital interés evitar frotar/friccionar la piel. Tras el baño hay que aplicar un emoliente para asegurar una correcta hidratación.
En cuanto a los factores ambientales, los irritantes como el cloro de las piscinas, el humo del tabaco, perfumes… deben evitarse en la medida de lo posible.
Del mismo modo, en cuanto a la ropa, son mejor los tejidos de algodón y no se recomienda el uso de suavizante para su lavado.
A nivel dietético, se recomienda una dieta equilibrada y variada. No se deben retirar alimentos ni hacer dietas de exclusión salvo que haya una alergia documentada y lo indique el médico.
Para el manejo del disbalance del microbioma, son clave las medidas citadas antes, ya que la terapia emoliente produce un aumento de la diversidad de la flora de la piel. El tratamiento con agentes antiestafilocócicos pueden mejorar los síntomas de la DA. En el caso de aparición de sobreinfección, se deberá tratar según su causa.
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Fecha de publicación: 23-09-2024
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