Grupo de Patología Infecciosa

Sobre el grupo de trabajo

Queremos que este espacio sea un lugar de referencia donde encontrar reunida documentación útil sobre patología infecciosa, en todos los aspectos de nuestra actividad profesional: en la práctica de cada día, para mantener actualizados nuestros conocimientos y conocer las publicaciones más recientes, presentación de sesiones y casos clínicos, para la docencia con residentes y alumnos y material para informar a las familias. En Temas (de la A a la Z) se puede encontrar todo esto reunido buscando cada patología en orden alfabético.

La patología infecciosa ocupa una gran parte de la actividad, tanto asistencial como preventiva,  que realizamos los pediatras desde las consultas de Atención Primaria. Cada día valoramos, diagnosticamos y tratamos a niños cuyos síntomas pueden corresponder a procesos infecciosos.  En ocasiones se trata de situaciones difíciles por presentar una clínica no habitual o compleja como ocurre en los casos de patología importada, o aquellos de manejo inicialmente hospitalario. Hemos de realizar el seguimiento de estos niños, la supervisión de sus tratamientos y atenderles en sus procesos intercurrentes.

En nuestras consultas se realiza la implementación de los programas de inmunización y es en ellas donde se resuelven situaciones concretas tales como corrección de calendarios,  se programan actuaciones especiales para las situaciones de riesgo identificadas y donde debemos disipar dudas sobre su seguridad  e incluso afrontar la resistencia  de determinados colectivos.

El uso racional y adecuado de antibióticos como medio para contribuir a la disminución de las resistencias bacterianas constituye un reto en nuestra práctica profesional a veces difícil de alcanzar. El acceso limitado o demorado en el tiempo a pruebas diagnósticas hace que buena parte de nuestras decisiones se adopten de forma empírica.

Somos también responsables de sensibilizar y contribuir a la formación  en estos temas  de los futuros médicos y pediatras.

Por otra parte, y  a diferencia de otros colectivos, somos profesionales que con frecuencia trabajamos solos sin  poder compartir espacio, tiempo ni  conocimientos con otros compañeros, y este aislamiento y dispersión  dificulta el desarrollo de actividades de formación continuada y  supone una dificultad añadida a  la hora de diseñar y poner  en marcha proyectos de investigación.

Por todos estos motivos parece lógico pensar que desde una Asociación de Pediatría de Atención Primaria se proponga la creación de un grupo de trabajo sobre Patología Infecciosa.

Los miembros del  grupo creemos que nuestra labor debe dirigirse a ayudar a los pediatras de atención primaria y facilitar su labor en lo que respecta al manejo de la patología infecciosa en todos estos aspectos para lo que  nuestras  actividades  deben dirigirse a:

  • Recopilar,  organizar,  clasificar, difundir y poner a disposición del pediatra de AP la información y documentación que por su actualización y calidad científica se considere relevante para  el  mismo. 
  • Mantener  una actividad de revisión  continua de los documentos, recomendaciones y la bibliografía publicada a tiempo real.
  • Diseñar y elaborar un cuerpo teórico mínimo sobre patología infecciosa de primer nivel para incorporar al programa formativo de los residentes de Pediatría.
  • Impulsar  y fomentar  proyectos de investigación que permitan conocer y mejorar la práctica profesional, aprovechando los cauces de comunicación de AEPap.
  • Facilitar información sobre patología infecciosa para padres.

Dado que   la patología infecciosa es una materia  muy amplia tratada también desde otras especialidades:  pediatría hospitalaria, microbiología, vacunología, epidemiología, etc…en  los casos en que se detecte la necesidad de generar algún documento nuevo  creemos que se debe elaborar con el máximo consenso  y colaboración con otros grupos de trabajo implicados con el  fin de no duplicar ni dispersar la  información

Y deben abordarse distintos apartados: 

  • Resistencias bacterianas
  • Uso racional de antibióticos
  • Patologías infecciosas más frecuentes  en AP
  • Alertas epidemiológicas
  • Pruebas diagnósticas
  • Inmunizaciones
  • Profilaxis
  • Viajes internacionales
  • Patología importada
  • Seguimiento en AP de patologías y situaciones complejas

Creemos que sería de interés y muy atractivo para los profesionales incluir un apartado de casos clínicos incorporando uno o dos al mes.

Este programa, que entendemos es muy ambicioso, irá  poniéndose en marcha de forma progresiva  e intentaremos comunicar a los socios de AEPap a través de las asociaciones federadas las incorporaciones realizadas según vayan teniendo lugar.

Para todos los miembros del grupo formar parte de él y ponernos a la tarea de sacar adelante este proyecto supone un trabajo ilusionante y un verdadero reto teniendo en cuenta el nivel de las actividades y los excelentes resultados conseguidos por otros grupos de trabajo.  Intentaremos estar a la altura y cumplir con las expectativas que pueda generar este grupo de trabajo, aportando  conocimientos y herramientas, acordes en tiempo, forma y contenidos para resultar útiles en el día a día de  nuestras consultas.

Por supuesto estamos abiertos a  cualquier sugerencia que pueda  resultar de interés   por lo que ponemos  a vuestra disposición nuestros nombres, direcciones de correo y centros de trabajo.

Un saludo

Grupo de Patología Infecciosa de AEPap

Coordinadora: Cristina Rodríguez Arranzcrodriguez@riojasalud.es

C.S. La Guindalera, Logroño

Coordinador: Rafael Jiménez Alésalesmismo@gmail.com

UGC Puente Genil. Córdoba.

María Rosa Albañil Ballesteros

mralba100@hotmail.com

CS Cuzco. Fuenlabrada. Madrid

Josefa Ares Alvarez

josefa.ares.alvarez@sergas.es

CS Virgen Peregrina. Pontevedra

Alicia Berghezan Suárez

abergsua@gmail.com

Hospital  de Denia, Alicante

Ana Cubero Santos 

ana.cubero@salud-juntaex.es

CS El Progreso. Badajoz

Cesar Garcia Vera

cgarciavera@gmail.com

CS José Ramón Muñoz Fernández. Zaragoza

Merche Garrido Redondomerchegarrido2@gmail.com

CS Tórtola (Pajarillos-San Isidro) de Valladolid

María Belén Hernández Rupérez

bethlem.bh@gmail.comCS Mirasierra, Madrid 
María López Marcosmarlopmar17@gmail.com

 CS la Candelaria. Sevilla

Pilar Lupiani Castellanos

pililupi@hotmail.com

lupiani.pilar@gmail.com

UGC Joaquín Pece, San Fernando. Cádiz

Yolanda Martín Peinador

yolanda.martinpei@salud.madrid.org

CS Goya. Madrid

María José Martínez Chamorro

mariajose.martinez@scsalud.es

C S de Polanco, Cantabria.

Beatriz Morillo Gutierrezbmorillog@gmail.com

Hospital  de Riotinto, Huelva

Mª Eulalia Muñoz Hiraldo

eulalia.munoz@salud.madrid.org

CS Dr. Castroviejo. Madrid

Alberto  Muñoz Ramos

alberto_utrerano@hotmail.com

CS Rosa  Luxemburgo. San Sebastián de Los Reyes. Madrid
Mamiko Onoda

mamiko.onoda@gmail.com

CS Valdelasfuentes, Alcobendas, Madrid

Josefa Plaza Almeida    

plazaalmeida@hotmail.com

CS zona 8. Albacete  

Silvia Rodríguez del Rosariosilviarodriguezdelrosario@gmail.com

C.S. Los Realejos. Santa Cruz de Tenerife

Ana Romero García

anaromerogar@gmail.com

CS Camas, Sevilla

Beatriz Tesoro Martínezbeatriztesoro3a@gmail.com

CS Rosa  Luxemburgo. San Sebastián de Los Reyes. Madrid.

Marcelo Francisco Vivas

marcevivas@gmail.com

CS Zizur II. Zizur Mayor. Navarra

 
Antiguos miembros:

Santiago Alfayate Miguelez, hasta noviembre 2023

Ana Grande Tejada, hasta noviembre 2023

María Jesús López Nieves, hasta noviembre 2023

Pablo Obando Pacheco, hasta noviembre 2023

Olga Ramírez Balza, hasta noviembre 2023

Irene Rivero Calle, hasta noviembre 2023

María del Carmen Suárez Arrabal, hasta noviembre 2023

Mª Ángeles Suárez Rodríguez, hasta noviembre 2023

Marisa García Gestoso, hasta diciembre 2022

Paloma Gutiérrez Medina, hasta septiembre de 2020

Antonio García Suárez hasta noviembre 2019

Pilar Cocho Gómez hasta marzo de 2019

Marta Dapena Archilés y Rafael Martínez de la Ossa Sáenz-López hasta octubre 2018

Desirée Morales Senosiaín hasta marzo de 2018.

Héctor Rodríguez Vega hasta 12 de 2016.

Arrate Bengoa Gorosabel, pediatra en Bergara (Guipúzcoa) fue miembro del GPI desde su formación en octubre de 2013 hasta su fallecimiento el 20 de agosto de 2015. Desde aquí queremos mostrar nuestro cariño y reconocimiento a una excelente profesional y compañera: trabajadora, rigurosa, siempre dispuesta a colaborar, con una actitud positiva, animosa y llena de sentido común. Nuestra satisfacción por haberla conocido, nuestro agradecimiento porque nos ha representado dignamente y ha hecho que nos sintamos orgullosos de pertenecer a nuestra asociación. Nuestra tristeza por su pérdida.

NOVEDADES GPI-AEPAP DICIEMBRE 2024: VIH

Cada 1 de diciembre, desde 1988, se conmemora el Día Mundial del Sida. Fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo en apoyo a las personas que conviven con el VIH cada día y en recuerdo a los fallecidos por esta enfermedad.

El Informe del Día mundial del sida 2024, con su lema: Sigamos el camino de los derechos para acabar con el sida , demuestra que el mundo dispone ahora de los medios para acabar con el sida como amenaza para la salud pública de aquí al 2030.

En 2023, menos personas contrajeron el VIH que en ningún otro momento desde finales de la década de 1980. Sin embargo, en al menos 28 países, el número de nuevas infecciones por el VIH está aumentando y la creciente falta de recursos está poniendo en peligro los importantes avances logrados hasta la fecha en la respuesta mundial al VIH.

Desde el GPI-AEPap, junto con la Guía ABE, nos solidarizamos con esta campaña y os ofrecemos varios enlaces que os pueden resultar de interés.

Además, destacamos nuestro caso clínico de este mes: VIH: Prevención de la trasmisión vertical (GPI 2023)

Otros enlaces de interés:

Novedades

Documentos y Especiales del GPI

Fármacos biológicos

Inmunización e inmunodepresión

Información a padres

Temas de la A a la Z

A continuación y en orden alfabético se puede encontrar documentación sobre cada patología. Y en cada una: Guías, revisiones, actualizaciones, bibliografía, documentos elaborados por el Grupo de Patología Infecciosa, casos clínicos e información a familias.

Casos Clínicos

Actualidad bibliográfica

Bibliografía octubre 2024

TOP TEN

Las temperaturas mundiales seguirán subiendo debido al cambio climático, y se prevé que los periodos de altas temperaturas aumenten en intensidad, frecuencia y duración. Las enfermedades infecciosas, incluidas las transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, las transmitidas por el agua, como el cólera, y las transmitidas por los alimentos, como la salmonelosis, se ven influidas por la temperatura y otras variables climáticas, lo que contribuye a aumentar la carga de morbilidad y los costes sanitarios asociados, sobre todo en las regiones socioeconómicamente desfavorecidas. Por lo tanto, se necesitan esfuerzos e inversiones específicas para ayudar a los países de renta baja y media a prepararse y responder a las crecientes amenazas de enfermedades infecciosas que plantea el aumento de las temperaturas. Esto puede facilitarse mediante el desarrollo y perfeccionamiento de sistemas sólidos de vigilancia y alerta temprana de enfermedades y entomología, con la integración de información climática que promueva una mejor comprensión de la distribución geográfica del riesgo de enfermedades. Para mejorar la capacidad del personal sanitario de responder a estas amenazas para la salud pública, los planes de estudios de medicina y los programas de formación profesional continua para profesionales sanitarios deben incluir componentes basados en pruebas sobre los efectos del cambio climático en las enfermedades infecciosas.

Introducción: el tratamiento empírico de la infección urinaria (IU) requiere conocer las resistencias a antibióticos de los uropatógenos más frecuentes. El objetivo de este estudio fue identificar los patógenos responsables de IU pediátricas comunitarias, analizar sus resistencias a antibióticos y su relación con las variables estudiadas.

Pacientes y métodos: estudio descriptivo, longitudinal, prospectivo y multicéntrico de ámbito nacional realizado desde las consultas de Pediatría de Atención Primaria. Se recogieron los episodios de IU identificados en los cupos pediátricos (0 a 15 años) de 187 colaboradores (187 058 pacientes), independientemente del lugar en el que se diagnosticaron o trataron, entre el 1/10/2019 y el 31/12/2020.

Resultados: se registraron 588 episodios de IU. Escherichia coli fue el patógeno más frecuente (79,67%), seguido de Proteus spp., Klebsiella spp. y Enterococcus spp. En el 1,50% de los casos, se aislaron enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE). Los antibióticos orales con menor porcentaje de resistencia fueron cefalosporinas de tercera generación, cefuroxima y fosfomicina (3,88%, 4,81% y 6,30%, respectivamente). Las resistencias a cefalosporinas de primera generación, gentamicina y amikacina fueron 8,69%, 7,55% y 3,23%, respectivamente. Las resistencias a amoxicilina-clavulánico fueron del 23,85% (34,51% en varones) y del 23,40% a cotrimoxazol.

Conclusiones: E. coli fue el patógeno más frecuentemente aislado. Amoxicilina-clavulánico y cotrimoxazol no deben utilizarse empíricamente. Cefalosporinas de segunda y tercera generación y fosfomicina podrían ser (según la edad y el tipo de infección) el antibiótico empírico de elección. Es necesario testar la sensibilidad local a cefalosporinas de primera generación.

  • Recomendaciones de la Sociedad Española de Neonatología para la profilaxis frente a las infecciones graves por virus respiratorio sincitial con nirsevimab, para la estación 2024-2025 An Pediatr (Barc). 2024;101:364-6.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las principales causas de enfermedad respiratoria grave y hospitalización en lactantes sanos sin factores de riesgo previos. Aunque desde hace más de 20 años existe una profilaxis con anticuerpos monoclonales, estos debido a su elevado precio y corta vida media, solo han podido emplearse en poblaciones de neonatos y lactantes de riesgo. Recientemente se dispone de anticuerpos monoclonales de mayor potencia, vida media más larga y menor coste, lo que ha permitido su uso universal, no solo en la población de alto riesgo sino también en neonatos y lactantes sanos. Nirsevimab, un nuevo anticuerpo monoclonal de acción prolongada ha demostrado elevada eficacia y seguridad en ensayos clínicos1–3

En septiembre de 2023 la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) publicó sus recomendaciones4.

Para valorar la eficacia de esta profilaxis se habilitó el Registro Común de Vacunación para la estrategia de vacunación frente a COVID-19 y se estableció un grupo de trabajo de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones para evaluar el programa de vacunación/inmunización frente al VRS en la población infantil y en los adultos teniendo en cuenta las vacunas y anticuerpos monoclonales disponibles y próximas a autorizar para la prevención de la enfermedad médicamente atendida causada por el VRS. Los excelentes resultados observados tras esta evaluación, con coberturas de inmunización con una media superior al 90% en los nacidos durante la estación, y del 87% en los nacidos antes de comenzar la misma, con una efectividad frente a hospitalizaciones por el VRS en torno al 80%, y un excelente perfil de seguridad, han dado lugar a unas nuevas recomendaciones para la profilaxis frente a las infecciones por el VRS en la temporada 2024-2025 en España, emitidas por el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad, aprobadas por la Comisión de Salud Pública el 14 de marzo de 2024, por la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones el 29 de febrero de 2024 y revisadas por el Grupo de trabajo del VRS infantil de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones que esencialmente no modifican las previas emitidas para la temporada 2023-20245.

Ante estos excelentes resultados de la campaña de profilaxis universal en la temporada 2023-2024, la SENEO recomienda mantener el mismo esquema de profilaxis universal con anticuerpos monoclonales para la temporada 2024-2025, incluyendo una modificación en la dosificación de nirsevimab para los pacientes que precisan la administración durante la segunda estación6, según se refleja a continuación en las tablas 1 y 2.

La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis pediátrica que cursa con fiebre, erupción cutánea, conjuntivitis, mucositis, linfadenopatía y alteraciones en las extremidades, y afecta principalmente a niños menores de 5 años. Los aneurismas de las arterias coronarias se observan en aproximadamente el 20% de los pacientes sin tratamiento. Los aneurismas gigantes de las arterias coronarias son poco frecuentes, pero pueden provocar una morbilidad y mortalidad considerables debido al riesgo de trombosis, estenosis e infarto de miocardio. Los lactantes menores de 6 meses y los niños con anomalías en las arterias coronarias son los que corren mayor riesgo de desarrollar aneurismas coronarios grandes o gigantes, por lo que necesitan una identificación rápida y un tratamiento agresivo. Los niños con alto riesgo de aneurismas de las arterias coronarias justifican un tratamiento primario de intensificación; sin embargo, no está claro cuál podría ser el tratamiento complementario más óptimo para reducir su riesgo y se necesitan ensayos internacionales a gran escala. La enfermedad de Kawasaki es un diagnóstico clínico que comparte muchas características con otras enfermedades febriles comunes, incluido el síndrome inflamatorio multisistémico en niños. La identificación de biomarcadores que puedan distinguir la enfermedad de Kawasaki de otras afecciones similares y predecir el riesgo de aneurisma de la arteria coronaria es necesaria para ayudar al diagnóstico oportuno, guiar el tratamiento y mejorar los resultados de los pacientes.

La sepsis pediátrica tiene un impacto global significativo y una presentación clínica altamente heterogénea. La vía clínica abarca el reconocimiento, la escalada y la desescalada. En cada aspecto, los diagnósticos tienen una influencia fundamental sobre los resultados en los niños. Los biomarcadores pueden ayudar a crear un grupo más grande de niños de bajo riesgo a partir de aquellos en el área gris clínica que de otro modo recibirían antibióticos «por si acaso». Los biomarcadores actuales incluyen la proteína C reactiva y la procalcitonina, que tienen un uso clínico limitado para guiar el tratamiento apropiado y rápido. El descubrimiento de biomarcadores se ha centrado en biomarcadores individuales, que, hasta ahora, no han superado a los biomarcadores actuales, ya que no reconocen la complejidad de la sepsis. La identificación de múltiples biomarcadores del huésped que pueden formar un panel en una prueba clínica tiene el potencial de reconocer la complejidad de la sepsis y proporcionar un mejor rendimiento diagnóstico. En esta revisión, analizamos los biomarcadores nuevos y las formas novedosas de usar los biomarcadores existentes en la evaluación y el manejo de la sepsis junto con los desafíos significativos en el descubrimiento de biomarcadores en la actualidad. La validación de biomarcadores pierde su sentido debido a la heterogeneidad metodológica, que incluye variaciones en el diagnóstico de sepsis, los valores de corte de los biomarcadores y las poblaciones de pacientes. Por lo tanto, es necesario utilizar estudios de plataforma para mejorar la eficiencia de los biomarcadores en la práctica clínica.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son uno de los problemas más frecuentes y universales de Salud Pública. Su elevada morbilidad y la posibilidad de secuelas, tanto a medio como a largo plazo, hacen que los profesionales de salud deban tener unos conocimientos básicos, pero suficientes para el correcto manejo de las mismas, tanto en su prevención y abordaje como en el diagnóstico, tratamiento, búsqueda de contactos y seguimiento. La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y las ITS están claramente interrelacionadas, compartiendo riesgos, incidencia y mecanismos de transmisión1-4. Los profesionales de la salud desempeñan un papel crítico en su prevención y tratamiento. Estas directrices para el tratamiento de las ITS aunque orientadas desde el punto de vista clínico y centrado especialmente en el tratamiento, también recogen otros aspectos relacionados con la evaluación y valoración del paciente así como recomendaciones de diagnóstico. El lector no encontrará el abordaje de otros servicios comunitarios y de otras intervenciones, que siendo esenciales para los esfuerzos de prevención de ITS, serán recogidos en otro documento.

    • El Instituto de Salud Carlos III ha publicado este lunes el informe «Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España, 2023». Entre 2021 y 2023, la infección gonocócica creció un 42,6% y la sífilis, un 24,1%.
    • Las nuevas Guías de Manejo de las ITS, elaboradas conjuntamente por el Ministerio de Sanidad y la SEIMC, se presentan en Valencia, durante la jornada «Retos y oportunidades en el abordaje de las ITS».

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un problema importante de salud pública tanto por su magnitud como por sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz. A nivel mundial, se observa una tendencia ascendente en las últimas décadas en el número de ITS.

Los datos disponibles del Informe sobre las estrategias para las ITS de la Organización Mundial de la Salud, publicado en 2024, sugieren que se está lejos de cumplir los objetivos de 2030, con tendencias crecientes en lugar de decrecientes en las nuevas ITS.

 Las ITS tampoco han dejado de aumentar en nuestro país, según el informe “Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España, 2023”, que ha publicado este lunes el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.

https://cne.isciii.es/documents/d/cne/vigilancia_its_1995_2023-2

El uso de antibióticos, particularmente de amplio espectro, aunque también los de espectro reducido, favorece la selección de microorganismos resistentes y genera otros efectos adversos como reacciones alérgicas, alteraciones gastrointestinales, neurológicas o incremento de infecciones. De ahí la importancia de no realizar un uso innecesario de los mismos y centrar el abordaje en los procedimientos odontológicos/quirúrgicos, que son la piedra angular del tratamiento de estos pacientes.

El objetivo es proporcionar una herramienta simple, altamente visual y actualizada para evaluar el riesgo de dengue país por país. Haga clic en el país de su interés para acceder a un perfil extendido con información en tiempo real.

Aunque varios países han adoptado una estrategia de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) de dosis única, muchos otros siguen incluyendo dosis múltiples en sus programas de vacunación. Existen razones éticas para pasar a una estrategia de dosis única. Analizamos cómo una estrategia de vacunación del VPH con una sola dosis favorece la equidad en tres dimensiones: equidad de la vacuna, equidad sanitaria y equidad de género. La adopción de una estrategia de dosis única alivia la presión sobre el suministro de vacunas, reduce los costes del programa y es más fácil de distribuir. Este cambio facilita la adquisición de vacunas y los programas de aplicación (contribuyendo a la equidad en materia de vacunas) y llegando a personas o poblaciones de difícil acceso (contribuyendo a la equidad en materia de salud). Un menor número de casos de enfermedades relacionadas con el VPH derivado de una mayor distribución de la vacuna reduce la carga que soportan las mujeres, que corren un mayor riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el VPH o que actúan como cuidadoras, lo que les impide acceder a oportunidades que contribuyen a su empoderamiento (contribuyendo a la equidad de género). Por lo tanto, seguir con la estrategia del programa de vacunación contra el VPH de dosis única es éticamente deseable.

Casos clínicos

Esta viñeta de caso de una niña de 13 meses con fiebre y otitis media aguda en un oído está acompañada de dos ensayos, uno que recomienda una conducta expectante con un seguimiento estrecho y el otro que apoya la prescripción de antibióticos.

Una niña de 13 meses, previamente sana, es llevada a la consulta de su pediatra de atención primaria tras presentar rinorrea y tos leve durante unos días y fiebre (temperatura máxima, 38°C [100,4°F]) y tirones en la oreja izquierda durante 1 día. Ha tenido una infección de oído previa, que se trató con amoxicilina; no ha tenido otros problemas médicos clínicamente significativos aparte de infecciones víricas intermitentes. Nunca ha sido hospitalizada.

En la exploración física, se observa líquido en el oído izquierdo detrás de la membrana timpánica, que está ligeramente abultada. El reflejo de la luz y los puntos de referencia están distorsionados. La membrana timpánica derecha parece estar dentro de los límites normales. Ambas conjuntivas están ligeramente inyectadas pero no purulentas. Las mucosas están húmedas y el relleno capilar es adecuado. Sin embargo, sus padres informan de que su ingesta de leche y sólidos ha disminuido ligeramente en los últimos días con esta enfermedad. Usted diagnostica otitis media aguda unilateral en esta paciente.

Sus padres, que te dicen que entienden que la prescripción excesiva de antibióticos puede dar lugar a «bichos» resistentes, subrayan que quieren lo mejor para su hijo y te preguntan qué recomendarías.Usted debe decidir si debe recomendar un enfoque de espera vigilante o prescribir antibióticos ahora.

Opciones de tratamiento

¿Cuál de los siguientes enfoques adoptaría? Base su elección en la bibliografía, su propia experiencia, las directrices publicadas y otra información.

1.Observar y esperar con un seguimiento estrecho.

2.Prescribir antibióticos ahora.

Un hombre de 30 años, previamente sano, se presentó a la clínica de dermatología con antecedentes de 6 meses de una erupción cutánea extensa y pruriginosa. Había emigrado a los Estados Unidos desde Turquía a través de varios países. Durante sus viajes, la erupción había empeorado a pesar del tratamiento previo con cremas antimicóticas y glucocorticoides. No se le habían prescrito medicamentos antimicóticos orales. El examen físico fue notable por placas eritematosas, anulares y escamosas en el hombro derecho y la parte interna del brazo (Panel A), así como en la parte inferior del abdomen, la ingle y los muslos (Panel B). Una preparación de hidróxido de potasio de un raspado de piel mostró hifas fúngicas. Debido al hallazgo de tiña extensa en un paciente inmunocompetente que había viajado recientemente, se realizó la secuenciación genética de los aislamientos fúngicos y se identificó Trichophyton indotineae. Se realizó un diagnóstico final de tiña corporal y tiña crural causadas por T. indotineae. T. indotineae es un dermatofito emergente con resistencia a los antimicóticos tópicos y a la terbinafina oral y con una menor respuesta al fluconazol y la griseofulvina. Los médicos deben considerar la posibilidad de realizar pruebas para detectar la presencia de T. indotineae cuando se traten casos de tiña corporal, tiña crural y tiña facial refractarios o extensos, especialmente en pacientes que hayan viajado al sur de Asia (aunque ahora se ha informado de la presencia del organismo en todo el mundo). Se requiere la secuenciación genética para confirmar la especie. Después de un tratamiento de 6 semanas con itraconazol, la erupción desapareció.

Comentario GPI: No es un caso pediátrico pero se incluye porque esta patología puede verse a cualquier edad y aporta imágenes ilustrativas.

Se encontró que dos de 11 niños con hepatitis aguda de origen desconocido tenían infección por el virus de la hepatitis E de la rata. Esta infección debe considerarse en el diagnóstico diferencial de los niños con hepatitis aguda de origen desconocido.

Un hombre de 19 años con antecedentes de acné vulgar leve se presentó a la clínica de dermatología con un historial de 10 días de acné que empeoraba rápidamente, junto con fiebre, dolores musculares y dolor de rodilla. Su temperatura era de 38,5 °C. En el examen físico, se observaron lesiones papulonodulares y pustulosas difusas con áreas de costras suprayacentes en la frente, la nariz, las mejillas y el mentón (Paneles A y B). Había lesiones similares en el cuello, los hombros, el pecho, la espalda y los muslos. Los estudios de laboratorio fueron notables por leucocitosis neutrofílica y una velocidad de sedimentación globular elevada y un nivel elevado de proteína C reactiva. Un cultivo de un frotis de piel creció solamente Cutibacterium acnés…

Un niño de 2 años de una aldea rural fue llevado a la clínica pediátrica con un historial de 6 meses de diarrea y poco aumento de peso. Su peso corporal era de 12,1 kg (por debajo del percentil 25 para su edad) y la altura de 90 cm (1 DE por debajo de la mediana para su edad). El examen físico fue notable por membranas mucosas secas y disminución de la turgencia de la piel. Los estudios de laboratorio mostraron anemia por deficiencia de hierro, eosinofilia y sangre oculta en las heces. Las pruebas de diarrea infecciosa, incluidas múltiples muestras de heces examinadas por microscopía directa para huevos y parásitos, fueron negativas. Una colonoscopia reveló numerosos gusanos blancos móviles adheridos a la pared del colon (mostrados en un video ). Los gusanos, que tenían de 3 a 4 cm de longitud, se identificaron como Trichuris trichiura. Se realizó un diagnóstico de trichuriasis, también conocida como infección humana por tricocéfalos. La trichuriasis es el resultado de la ingestión de tierra contaminada con huevos de tricocéfalos. Los gusanos adultos maduran en el intestino grueso y se fijan allí enroscándose en la mucosa. La trichuriasis suele ser asintomática, pero puede provocar diarrea y retraso del crecimiento en casos de infección grave, especialmente en niños pequeños. La diarrea del niño se resolvió después del tratamiento con albendazol. En una visita de seguimiento realizada al mes, había comenzado a ganar peso.

 

Un niño de 6 años de edad, sano, presentó lesiones cutáneas agrupadas en el brazo derecho. Su madre informó de que las lesiones se habían desarrollado 3 meses después de una abrasión cutánea mientras jugaba en un parque durante un viaje a Marruecos, el país de origen de sus padres. Inicialmente, se sospechó de una infección cutánea bacteriana, y se aplicó crema de ácido fusídico sin mejoría. En una visita posterior a otro médico, las lesiones se consideraron verrugas, y el paciente fue remitido a dermatología para recibir tratamiento. A la exploración presentaba numerosas pápulas eritematovioláceas induradas agrupadas en la parte inferior del brazo, algunas con costra central. No había otros hallazgos destacables en la exploración física. La familia no refirió sangrado ni secreción de las lesiones en ningún momento desde el inicio. El niño no tenía fiebre ni otros síntomas sistémicos.

Se realizó una biopsia cutánea considerando el granuloma de cuerpo extraño, la infección por micobacterias, la infección fúngica y la leishmaniasis cutánea como posibles diagnósticos diferenciales. Los cultivos de la biopsia cutánea para bacterias, micobacterias y hongos fueron negativos. La histopatología mostró un denso infiltrado inflamatorio dérmico superficial y profundo caracterizado por linfocitos, histiocitos, células gigantes multinucleadas y células plasmáticas, así como numerosos amastigotes intracelulares de Leishmania spp. Se identificó Leishmania major en el tejido mediante una reacción en cadena de la polimerasa. Se estableció el diagnóstico de leishmaniasis cutánea.

Dada la superficie total afectada, la persistencia de las lesiones, la proximidad a una zona articular y la dificultad de las inyecciones intralesionales para múltiples lesiones, se indicó tratamiento con anfotericina B liposomal intravenosa a dosis de 3 mg/kg durante 5 días consecutivos y el día 10. En la visita de control a los 6 meses, las lesiones se habían curado con cicatrización mínima, y no hubo recidiva tras 1 año de seguimiento.

Un lactante sano de 5 meses fue tratado por disentería aguda en junio de 2022. Inicialmente, permaneció afebril y sistémicamente bien, por lo que se le dio el alta a casa y se utilizó terapia de hidratación oral. Siete días después, presentó fiebre y diarrea no sanguinolenta. En el cultivo de heces se detectó Salmonella enteritis. En ese momento no se recogió ningún hemocultivo. Se le trató con 5 días de ceftriaxona intravenosa (IV) y se le dio el alta con cotrimoxazol oral a 4 mg/kg de componente trimetoprima al día durante 5 días. Cinco días después, acudió al servicio de urgencias con fiebre alta asociada a vómitos, letargo, mala alimentación y movimientos anormales. Ingresó en la unidad de cuidados intensivos pediátricos con shock séptico, complicado por disfunción multiorgánica, durante 7 días. Fue intubado y cubierto con inotrópicos, ceftriaxona IV y vancomicina IV. En los cultivos de sangre y líquido cefalorraquídeo (LCR) se detectó Salmonella enteritis sensible a la ceftriaxona, el cotrimoxazol y la ciprofloxacina y resistente a la ampicilina. Su resonancia magnética (RM) inicial mostró múltiples infartos supratentoriales e infratentoriales pequeños, probablemente relacionados con la inflamación de las arterias pequeñas inducida por la meningitis. La RM posterior, después de 2 semanas, demostró un realce leptomeníngeo significativo y el desarrollo de derrame extraaxial, empiema e hidrocefalia. Se le trató con 6 semanas de ceftriaxona IV 100 mg/kg/día y ciprofloxacino 20 mg/kg/día. A los 12 meses de seguimiento, el paciente seguía presentando importantes secuelas neurológicas, como hemiplejía izquierda, alteraciones visuales y convulsiones focales.

Una chica de 17 años, previamente sana, fue remitida a nuestro hospital desde una zona endémica. Tenía antecedentes de picaduras de garrapata 3 días antes. Presentaba cefaleas, mareos, náuseas, vómitos y fiebre. Al ingresar en el hospital, presentaba fiebre alta (38,6 °C) y una marca de picadura de garrapata (0,5 × 0,5 cm) en el extensor de la muñeca derecha. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de la sangre para el virus de la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo fue positiva. Presentaba leucopenia, trombopenia y coagulopatía. Se administró ribavirina, plasma fresco congelado y suspensión de trombocitos. La alanina aminotransferasa y la aspartato aminotransferasa aumentaron hasta un máximo de 1232 U/L y 1435 U/L, respectivamente. Se administró ácido ursodesoxicólico y terapia intravenosa con N-acetilcisteína.

Al quinto día, la paciente fue diagnosticada de hemofagocitosis secundaria debido a la elevación de ferritina (11051 µg/L), triglicéridos (258 mg/dL), fiebre, trombocitopenia (34 × 109/L) y neutropenia (370 × 106/L). Se sometió a plasmaféresis y recibió inmunoglobulina intravenosa (2 g/kg) y terapia de pulso con esteroides (3 días) en la unidad de cuidados intensivos. Tras 2 días de tratamiento, sus síntomas relacionados con la hemofagocitosis mejoraron.

Al ingreso, el nivel de amilasa de la paciente era de 74 U/L (rango normal: 0-94 U/L), y el valor de lipasa era de 89 U/L (rango normal: 0-194 U/L). Sin embargo, al cuarto día de hospitalización, el nivel de amilasa se elevó a 296 U/L, 3 veces el límite superior de lo normal, y el valor de lipasa se elevó a 451 U/L, el doble del límite superior del rango normal. Estos hallazgos, junto con la queja de la paciente de dolor abdominal leve en las regiones superior izquierda y epigástrica, llevaron al diagnóstico de pancreatitis aguda. Se administró hidratación adecuada y terapia antibiótica. El seguimiento posterior reveló la normalización de los niveles de amilasa y lipasa, junto con una exploración física resuelta, lo que motivó el alta de la paciente el undécimo día, considerada curada.

Una niña de 8 años con antecedentes de síndrome de Cri Du Chat, neumonía por aspiración, disfagia con sonda gastrostática e ingestión de pilas de botón, se presentó con tos de un mes de evolución, emesis de café molido y fiebre. La paciente tenía fiebre (38,8 °C), taquicardia (130 latidos/min), taquipnea (30 respiraciones/min) y presión arterial normal (110/70 mm Hg). El examen fue difícil debido a que el niño no hablaba, era incapaz de seguir órdenes de forma independiente y vocalizaba continuamente. Las pruebas de laboratorio mostraron leucocitosis, anemia, trombocitosis y marcadores inflamatorios elevados. La radiografía de tórax reveló infiltrados parcheados derechos y migración distal del stent esofágico, hallazgo rectificado mediante una esofagogastroduodenoscopia. A pesar de recibir ampicilina-sulbactam para la neumonía por aspiración, la paciente permaneció febril con marcadores inflamatorios persistentemente elevados. En exploraciones posteriores, la paciente presentó un aumento de las vocalizaciones durante la palpación de la columna vertebral.

Una resonancia magnética de la columna vertebral para evaluar la infección reveló discitis/osteomielitis en T2-T3, con flemón mínimo en T4-T6. Se realizó una biopsia guiada por TC de los discos T2-T3 y T5-T6 para obtener información diagnóstica adicional, y los resultados indicaron espondilodiscitis aguda. En los cultivos óseos se detectaron Streptococcus viridans, Eikenella corrodens y bacilos anaerobios gramnegativos no identificados. Se cambiaron los antibióticos por ceftriaxona en función de las susceptibilidades y se añadió metronidazol. El paciente terminó un tratamiento antibiótico de 12 semanas, y una resonancia magnética 4 meses más tarde mostró la resolución del flemón espinal.

Varón de 16 años, previamente sano, que acude al servicio de urgencias pediátricas con fiebre de 10 días de evolución, rechazo a caminar y dolor de espalda irradiado a las nalgas. Había recibido amoxicilina/ácido clavulánico oral de su médico de cabecera por una posible infección bacteriana durante los 7 días anteriores. No había antecedentes de infección o traumatismo reciente. Tenía antecedentes médicos de haber recibido profilaxis con isoniazida durante 6 meses por infección tuberculosa a la edad de 4 años. En la exploración, tenía fiebre (38,4 °C) y sensibilidad en las vértebras torácicas inferiores. La evaluación de laboratorio inicial mostró un recuento de leucocitos de 17.600/μL (82% de neutrófilos), una velocidad de sedimentación globular de 88 mm/h y una proteína C reactiva de 120 mg/L. Tras la obtención de hemocultivos, se inició tratamiento con ampicilina/sulbactam intravenoso empírico por presunta osteomielitis vertebral. Una radiografía de tórax y una tomografía computarizada de tórax fueron normales. La resonancia magnética (RM) reveló un realce de contraste en los cuerpos de las vértebras T11 y T12 con un absceso paraespinal, sugestivo de un absceso de Pott (Fig. 1). Debido a la fiebre persistente y a la presencia de un absceso en la RM, se añadió clindamicina intravenosa al tratamiento el segundo día de hospitalización. Ese mismo día se realizó una biopsia con aguja guiada por tomografía computarizada de la vértebra T12 y una aspiración del absceso paraespinal. No hubo crecimiento en los hemocultivos. Las pruebas serológicas para Brucella y Bartonella henselae fueron negativas. Se puso afebril en las 24 horas siguientes a la administración de clindamicina y al drenaje del absceso, y su dolor de espalda se resolvió gradualmente en los días siguientes. En el cuarto día de hospital, tanto el cultivo del absceso como el de la biopsia mostraron la presencia de S. aureus resistente a la meticilina y sensible a la clindamicina, que posteriormente se identificó como leucocidina Panton-Valentine positiva. Por consiguiente, se sustituyó la ampicilina/sulbactam por vancomicina intravenosa. El cultivo micobacteriano y la reacción en cadena de la polimerasa de la muestra de biopsia fueron negativos. Completó 6 semanas de terapia antibiótica parenteral y fue dado de alta sin secuelas. El examen histopatológico fue compatible con osteomielitis aguda. La repetición de la RM realizada 8 semanas después de finalizar el tratamiento antibiótico mostró un ligero realce del contraste en T11-T12 sin formación de absceso.

Un hombre de 44 años con enfermedad de Crohn tratada con infliximab se presentó con una historia de 2 días de erupción en la cara. Se observaron placas bien delimitadas, calientes, eritematosas y confluentes en las mejillas, la nariz y la glabela.

Nota GPI: se incluye este caso, fuera de edad pediátrica, por el interés de la imagen y la peculiar distribución (simétrica).

El virus Oropouche (OROV) es un arbovirus zoonótico que históricamente ha causado brotes limitados en aldeas de la cuenca del Amazonas. Casos recientes en regiones no afectadas previamente han involucrado el clado OROVBR-2015-2024, que resultó de reordenamiento genético.1,2 El 21 de junio de 2024, un caso de infección por OROV en Ceará, un estado brasileño que había estado históricamente libre de la enfermedad, fue confirmado retrospectivamente a través de la vigilancia activa de laboratorio (Fig. S1 en el Apéndice Suplementario, disponible con el texto completo de esta carta en NEJM.org). Las investigaciones sistemáticas identificaron 171 casos, la mayoría concentrados en los valles rurales del macizo de Baturité, donde los campos agrícolas ofrecen condiciones favorables para Culicoides paraensis, una especie de jején picador que es el vector principalmente implicado en la transmisión de OROV a humanos. Presentamos un caso de infección por OROV durante el embarazo que se asoció a un mortinato.

El 24 de julio de 2024, una mujer de 40 años (grávida 3, para 1, con una pérdida de embarazo en el primer trimestre a los 24 años de edad) empezó a tener fiebre, escalofríos, mialgia generalizada y cefalea intensa a las 30 semanas y 3 días de gestación.

Una niña de 5 meses completamente vacunada acudió al servicio de urgencias tras ser derivada por su pediatra como consecuencia de una diarrea y heces oscuras que había presentado durante dos semanas. Dos semanas y media antes, la paciente había sido atendida en el servicio de urgencias por fiebre y se le había diagnosticado una infección del tracto urinario; se le había prescrito cefdinir y acababa de completar este tratamiento con antibióticos.

No se habían producido episodios febriles recurrentes, no se habían presentado molestias abdominales evidentes y no se había informado de un aumento de los vómitos, sarpullidos o tos, ni de contactos recientes con enfermos en el hogar.

Su madre había dejado de alimentar al niño con fórmula y había pasado a una lactancia materna estricta más bebidas orales de reposición de electrolitos como resultado de las preocupaciones maternas de que las abundantes heces blandas causaran deshidratación. La madre también estaba preocupada, debido al cambio en la coloración de las heces, de que su bebé estuviera sangrando en su tracto gastrointestinal.

La paciente tenía buen aspecto, era juguetona, interactiva y no presentaba dolor abdominal a la palpación profunda. Sus mucosas estaban húmedas y su abdomen no estaba distendido.

El pañal de la paciente reveló heces oscuras de color óxido, como se muestra en la Figura . La madre de la paciente compartió una foto de su pañal de la semana anterior, en la que también se observaban heces copiosas de color granate. El diagnóstico diferencial que se consideró incluyó sangrado gastrointestinal, lesión del pezón de la madre, gastroenteritis infecciosa, alergias alimentarias y reacción adversa a medicamentos.

Un adolescente de 14 años presentó fiebre, conjuntivitis, odinofagia, úlceras orales, labios hinchados y erupción de 5 días de evolución. A los 2 días, una muestra nasofaríngea resultó positiva para Streptococcus grupo A, prescribiéndose amoxicilina e ibuprofeno. Al quinto día se observó empeoramiento progresivo de la erupción (fig. 1), con afectación extensa de la mucosa (fig. 2). Sin antecedentes de infección reciente o consumo de medicamento compatible con los síntomas. En este momento, surgió la sospecha de síndrome de Stevens-Johnson (SJS) o eritema multiforme mayor (EMM). El tratamiento incluyó inmunoglobulina intravenosa (1g/kg/día) durante 4 días y metilprednisolona durante 5 días, con mejoría gradual. Los hallazgos de la biopsia cutánea apoyaban el diagnóstico de SJS (fig. 3).

Para ampliar

Objetivo: Este estudio comparó los resultados del nuevo sistema Sysmex PA-100 AST, un analizador de punto de atención, con la microbiología de rutina para la detección de infecciones del tracto urinario (ITU) y el rendimiento de pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos (AST) directamente de la orina.

Métodos: Se analizaron muestras de orina nativa de 278 pacientes femeninas con sospecha de ITU no complicada en el Sysmex PA-100 y con métodos de referencia de microbiología de rutina: urocultivo para bacteriuria y difusión en disco para AST.

Resultados: El analizador proporcionó resultados de bacteriuria en 15 minutos y resultados de AST en 45 minutos. La sensibilidad y especificidad para la detección de bacteriuria confirmada microbiológicamente fueron del 84,0% (89/106; IC del 95%: 75,6-90,4%) y del 99,4% (155/156; IC del 95%: 96,5-100%), respectivamente, para las especies bacterianas dentro de las especificaciones del analizador. Estas son Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Enterococcus faecalis y Staphylococcus saprophyticus, que son especies comunes que causan ITU sin complicaciones. El acuerdo categórico general (OCA) para los resultados de AST para los cinco antimicrobianos evaluados en el Sysmex PA-100 (amoxicilina/ácido clavulánico, ciprofloxacino, fosfomicina, nitrofurantoína y trimetoprima) varió de 85,4% (70/82; IC del 95%: 75,9-92,2%) para ciprofloxacino a 96,4% (81/84; IC del 95%: 89,9-99,3%) para trimetoprima. El Sysmex PA-100 proporcionó una recomendación de tratamiento óptima en 218/278 casos (78,4%), frente a 162/278 (58,3%) de decisiones clínicas.

Conclusión: Esta primera evaluación clínica del Sysmex PA-100 en un entorno cercano al paciente demostró que el analizador proporciona resultados fenotípicos de AST en 45 minutos, lo que podría permitir el inicio rápido del tratamiento dirigido correcto sin necesidad de realizar ajustes adicionales. El Sysmex PA-100 tiene el potencial de reducir significativamente la prescripción de antibióticos ineficaces o innecesarios en pacientes con síntomas de ITU.

Objetivo Analizar el desempeño de la tinción de Gram en orina para predecir un urocultivo (UC) positivo en lactantes pequeños con fiebre sin foco (FWS) y piuria.

Diseño Estudio observacional; análisis secundario de un estudio de cohorte prospectivo basado en registros.

Ámbito: Servicio de urgencias pediátricas, hospital universitario terciario.

Pacientes Lactantes ≤90 días de vida con FWS, piuria y tinción de Gram en orina solicitada atendidos entre 2010 y 2022.

Medida de resultado principal Rendimiento de la tinción de Gram, definida como positiva si se observaron bacterias, para predecir la infección del tracto urinario (ITU: CU por cateterismo uretral con crecimiento >10 000 UFC/ml de un solo patógeno bacteriano).

Resultados Entre 367 lactantes febriles con piuria, 281 (76,6%) tuvieron una tinción de Gram positiva y 306 (83,3%) tuvieron un UC positivo (277; 90,5% Escherichia coli ).

Las tasas de UC positivo en pacientes con tinciones de Gram positivos y negativos fueron 97,2% y 38,4%, respectivamente (p<0,01), mostrando una sensibilidad de 89,2% (IC 95%: 85,2% a 92,2%) y una especificidad de 86,9% (IC 95%: 76,2% a 93,2%). La sensibilidad fue menor para diagnosticar ITU causadas por bacterias distintas a E. coli (69,0% vs 91,3% para ITU causadas por E. coli; p<0,01).

A dos (2,1%) de los 86 niños con tinciones de Gram negativas se les diagnosticó bacteriemia no relacionada con una infección urinaria (Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus ).

Conclusiones Alrededor de un tercio de los lactantes con piuria y tinción de Gram negativa serán diagnosticados con el tiempo con una ITU. Estos pacientes tienen una mayor tasa de ITU causadas por bacterias distintas de E. coli. En estos casos también se deben considerar otras infecciones bacterianas distintas de las ITU.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las principales causas de infección de las vías respiratorias inferiores (IVRI), ingreso hospitalario y mortalidad en niños de todo el mundo. Las IVRI por VRS en los primeros años de vida también se han asociado a secuelas respiratorias posteriores a largo plazo, como IVRI recurrentes, sibilancias recurrentes, asma y deterioro de la función pulmonar, y estos efectos pueden persistir en la edad adulta en forma de enfermedad respiratoria crónica. Se han autorizado nuevas medidas preventivas (vacuna materna o anticuerpos monoclonales de acción prolongada) para reducir la carga de las IVRI agudas por VRS en lactantes y niños de alto riesgo mediante inmunización pasiva. Los estudios de estos productos de prevención del VRS muestran una alta eficacia y efectividad, en particular para prevenir las IVRI graves por VRS, con una aplicación en muchos países de ingresos altos, pero un acceso limitado en los países de ingresos bajos y medios (PIBM). Estas intervenciones también podrían reducir el riesgo de resultados sanitarios adicionales y la morbilidad a largo plazo. En este documento de la Serie se presentan las pruebas de los efectos a largo plazo de la enfermedad por VRS en los primeros años de vida, se analizan los mecanismos de desarrollo de la enfermedad y se aborda el posible valor para la salud pública de la prevención de la enfermedad por VRS. Es necesario seguir investigando para determinar si la prevención de la IVRI por VRS o el retraso de la enfermedad por VRS en los primeros años de vida podrían prevenir o mejorar el desarrollo de la enfermedad respiratoria asociada a largo plazo. Este potencial subraya aún más la urgencia del acceso y la disponibilidad de nuevas intervenciones para prevenir las IVRI por VRS en los primeros años de vida en los PIBM.

INTRODUCCIÓN

El virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más frecuente de bronquiolitis en lactantes. El nirsevimab, un anticuerpo monoclonal neutralizante del VRS, fue aprobado para su uso en la UE en 2022, y en septiembre de 2023 se inició una campaña nacional de inmunización en Francia. El objetivo fue evaluar la eficacia del nirsevimab para reducir las visitas a urgencias pediátricas (y las hospitalizaciones posteriores) por bronquiolitis por todas las causas y bronquiolitis asociada al VRS.

MÉTODOS

En este estudio de casos y controles realizado en un servicio de urgencias pediátricas de París, Francia, se incluyeron todos los lactantes de 12 meses o menos que acudieron al servicio entre el 14 de octubre de 2023 y el 29 de febrero de 2024, y cuyo estado de nirsevimab se conocía. Los lactantes se clasificaron como casos si tenían bronquiolitis por todas las causas; todos los demás lactantes se clasificaron como controles. El resultado primario fue la eficacia de nirsevimab frente a las visitas a urgencias pediátricas por bronquiolitis por todas las causas durante la temporada 2023-24 del VRS. Los resultados secundarios fueron las visitas a urgencias pediátricas por bronquiolitis asociada al VRS; las hospitalizaciones por bronquiolitis por todas las causas, bronquiolitis asociada al VRS y bronquiolitis grave asociada al VRS que requirieron oxígeno suplementario o alimentación por sonda nasogástrica; y la bronquiolitis grave asociada al VRS que requirió ingreso en la unidad de cuidados intensivos pediátricos. Las estimaciones de efectividad se ajustaron por edad, semana de visita al servicio de urgencias pediátricas y sexo.

RESULTADOS

En el estudio participaron 2786 lactantes, 864 con bronquiolitis por todas las causas (casos) y 1922 sin bronquiolitis (controles). 178 (21%) de los 864 casos habían recibido nirsevimab, y 305 (35%) casos habían sido hospitalizados por bronquiolitis por todas las causas. 200 (72%) de los 277 casos sometidos a la prueba del VRS resultaron positivos, de los cuales 22 (11%) habían recibido nirsevimab. 701 (36%) de los 1922 lactantes del grupo de control habían recibido nirsevimab. La efectividad de nirsevimab frente a las visitas a urgencias pediátricas por bronquiolitis por todas las causas fue del 47% (IC del 95%: 33-58). La eficacia de nirsevimab fue del 83% (71-90) frente a las visitas a urgencias pediátricas por bronquiolitis asociada al VRS, del 59% (42-71) frente a las hospitalizaciones por bronquiolitis por todas las causas, del 83% (72-90) frente a las hospitalizaciones por bronquiolitis asociada al VRS (91% [78-96] frente a las que precisaron suplemento de oxígeno y 88% [74-95] frente a las que precisaron alimentación por sonda nasogástrica. El nirsevimab no redujo significativamente los ingresos en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (67% [IC del 95%: -100 a 95]).

INTERPRETACIÓN

Durante la primera campaña nacional de vacunación francesa, una dosis única de nirsevimab redujo de forma efectiva las visitas a urgencias pediátricas (tanto las visitas por cualquier causa como las visitas relacionadas con bronquiolitis asociada al VRS) y las hospitalizaciones posteriores.

INTRODUCCIÓN

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las principales causas de hospitalización y muerte entre los lactantes de todo el mundo. Francia fue uno de los primeros países en implementar un programa nacional (a partir del 15 de septiembre de 2023) para la administración de nirsevimab, un tratamiento de dosis única de anticuerpos monoclonales de acción prolongada, a los lactantes nacidos a partir del 6 de febrero de 2023, para prevenir la infección del tracto respiratorio inferior causada por el VSR. El objetivo fue estimar la eficacia de nirsevimab y el número de hospitalizaciones evitadas en niños menores de 24 meses en entornos reales.

MÉTODOS

En este estudio de modelización, se desarrolló un modelo determinista estructurado por edades que caracterizaba la transmisión del VRS, así como escenarios plausibles para la administración de dosis de nirsevimab basados en datos de suministro de maternidades y farmacias comunitarias. Se estimó retrospectivamente la eficacia de nirsevimab en lactantes menores de 24 meses durante la temporada 2023-24 del VRS en Francia (excluidos los territorios de ultramar) y el número de hospitalizaciones evitadas por bronquiolitis por VRS que se producen después de las visitas al servicio de urgencias, calibrando el modelo con los datos de vigilancia hospitalaria y virológica del 21 de agosto de 2017 al 4 de febrero de 2024, junto con los datos serológicos de un estudio transversal previo. Para evaluar la solidez de nuestras estimaciones, se realizaron análisis de sensibilidad en los que se modificaron nuestros supuestos sobre el número de dosis administradas, la reconstrucción del número de hospitalizaciones por bronquiolitis asociadas al VRS, la duración de la inmunidad materna y posterior a la infección por VRS y el número de contactos en niños de 0 a 2 meses.

RESULTADOS

Se estimó que la administración de nirsevimab evitó 5.800 (intervalo de credibilidad del 95%: 3.700-7.800) hospitalizaciones por bronquiolitis asociadas al VRS tras visitas a urgencias entre niños menores de 24 meses, incluidas 4.200 (2.900-5.600) hospitalizaciones entre los niños de 0 a 2 meses, entre el 15 de septiembre de 2023 (fecha de introducción de nirsevimab) y el 4 de febrero de 2024: una reducción del 23% (16-30) en el número total de hospitalizaciones y del 35% (25-44) en el grupo de edad de 0-2 meses, en comparación con el escenario sin administración. En nuestro escenario de referencia, en el que estimamos que se administrarían 215 000 dosis de nirsevimab antes del 31 de enero de 2024, la eficacia calculada frente a las hospitalizaciones por bronquiolitis asociadas al VRS fue del 73% (61-84), lo que corresponde a una hospitalización evitada por cada 39 (26-54) dosis administradas. En los análisis de sensibilidad, nirsevimab siguió siendo eficaz frente a las hospitalizaciones por bronquiolitis asociadas al VRS tras la asistencia a urgencias.

INTERPRETACIÓN

Los resultados muestran que las campañas de administración de nirsevimab podrían reducir eficazmente la carga hospitalaria por bronquiolitis relacionada con el VRS en niños menores de 24 meses.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las principales causas de enfermedad aguda de las vías respiratorias bajas (ERVB), y la mayoría de los niños sufrirán al menos un episodio de infección por VRS antes de los 2 primeros años de vida.1-3 El VRS es responsable de hasta el 40% de las neumonías pediátricas y del 72% de los casos de bronquiolitis aguda que requieren hospitalización en niños menores de 2 años, con una tasa de mortalidad de 9 por cada 10 000 ingresos.4 Aunque los lactantes prematuros, especialmente los que padecen enfermedades crónicas, tienen el mayor riesgo de morbilidad y mortalidad por las IVRI asociadas al VRS, la mayoría (entre el 67% y el 79%) de las hospitalizaciones debidas al VRS se producen en lactantes sanos a término sin enfermedades subyacentes.5,6 El VRS también puede tener secuelas a largo plazo o identificar a lactantes con mayor riesgo de padecer sibilancias o asma en la infancia.7 Las consecuencias de las IVRI causadas por el VRS se traducen en una importante utilización de recursos sanitarios.3 Este conocimiento ha llevado a intensificar los esfuerzos de prevención del VRS en todos los lactantes.

En los lactantes de alto riesgo (nacidos prematuramente o con enfermedades cardíacas o pulmonares congénitas), el palivizumab (de 4 a 5 dosis mensuales durante la temporada de VRS) reduce las hospitalizaciones por VRS (4,4 % frente al 9,8 % del grupo placebo). El nirsevimab (1 dosis) reduce las hospitalizaciones por VRS en lactantes prematuros sanos (0,8 % frente al 4,1 %) y lactantes a término (0,3 %-0,4 % frente al 1,5 %-2,0 %). Los efectos secundarios son similares a los del placebo.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) bacterianas más comunes incluyen clamidia, gonorrea y sífilis. En 2022, se notificaron más de 1,6 millones de casos de clamidia, 648 056 casos de gonorrea y 207 555 casos de sífilis en los EE. UU. La clamidia, la gonorrea y la sífilis afectan de manera desproporcionada a los hombres homosexuales, los hombres bisexuales, otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las mujeres transgénero.

Comentario GPI: Evidentemente esta pauta no ofrece cobertura frente a infecciones virales como VIH y hepatitis C.

INTRODUCCIÓN

Los agentes etiológicos bacterianos de la otitis media aguda (OMA) han cambiado a raíz de la introducción de las vacunas antineumocócicas conjugadas (VNC), la selección de antibióticos y la competencia entre especies. Se caracterizaron Streptococcus pneumoniae (Spn), Haemophilus influenzae (Hflu) y Moraxella catarrhalis (Mcat) en la nasofaringe durante las visitas del niño sano y al inicio de la OMA, y en el líquido del oído medio de los niños con OMA para evaluar los efectos previstos de las VNC de mayor potencia (VNC15 y VNC20).

MÉTODOS

De septiembre de 2021 a septiembre de 2023, realizamos un estudio de cohorte longitudinal prospectivo de niños inmunizados con VNC13 de 6 a 36 meses de edad. La muestra de oído medio se recogió mediante timpanocentesis. Se realizaron serotipado y pruebas de susceptibilidad antibiótica en aislados de Spn, Hflu y Mcat.

RESULTADOS

Se obtuvieron 825 muestras nasofaríngeas y 216 de secreción de oído medio de 301 niños. El orden de frecuencia de colonización nasofaríngea fue Mcat, Spn y Hflu; Hflu fue el otopatógeno predominante en secreción de oído medio. Entre los aislados de Spn, los serotipos no PCV15 y no PCV20 predominaron en la nasofaringe y en el MEF; el serotipo más frecuente fue el 35B. Entre las muestras de oído medio, el 30% de los aislados de Spn no eran sensibles a la amoxicilina; el 23% de los aislados de Hflu y el 100% de los aislados de Mcat eran productores de β-lactamasa.

CONCLUSIONES

La mayoría de los aislamientos de Spn entre los niños pequeños fueron serotipos no VNC15, no VNC20, especialmente el serotipo 35B; por lo tanto, se espera que el impacto de las VNC de mayor valencia en la reducción de la colonización neumocócica o la OMA sea limitado. La gripe aviar Haemophilus influenzae (Hflu) sigue siendo el patógeno más frecuente de la OMA. Los datos de susceptibilidad a los antibióticos sugieren que podría considerarse una dosis alta de amoxicilina/clavulánico o fármacos alternativos que sean eficaces contra la mezcla contemporánea de otopatógenos para una selección empírica óptima que proporcione la mejor eficacia.

INTRODUCCIÓN

En 2022, se observó un marcado aumento de los casos de viruela del mono (Mpox) en regiones no endémicas, sobre todo en Sudamérica, a pesar de que el virus era tradicionalmente endémico en África Central y Occidental. Este cambio inesperado hizo necesaria una exploración más profunda de las nuevas dinámicas de transmisión, incluida la lactancia materna, dada la evidencia emergente de la posible transmisión horizontal y vertical de Mpox durante las interacciones madre-hijo.

OBJETIVO

El estudio tuvo como objetivo evaluar críticamente la evidencia existente sobre la potencial transmisión horizontal y vertical de Mpox relacionada con la lactancia materna y evaluar las directrices en los países de América del Sur con respecto a la prevención de Mpox durante la lactancia materna.

MÉTODOS

Se realizó una revisión de alcance y un mapeo de la evidencia, siguiendo la guía PRISMA Extension for Scoping Reviews (PRISMA-ScR). La extracción de datos consistió en la identificación de estudios primarios que evaluaran la lactancia materna como vía de transmisión. Además, se revisaron los documentos oficiales de los Ministerios de Salud de América del Sur que detallan las directrices o políticas sobre la lactancia materna en el contexto de la infección materna por Mpox.

RESULTADOS

Tres de 215 estudios resultaron pertinentes; 2 eran informes de casos y 1 era un estudio de laboratorio. Las pruebas disponibles sugieren que la contaminación podría producirse probablemente de forma horizontal a través del contacto piel con piel. Seis países sudamericanos habían publicado directrices sobre la lactancia materna durante la infección por Mpox, pero las orientaciones variaban y no eran coherentes en toda la región.

CONCLUSIONES

El estudio enfatiza la necesidad de directrices claras y coherentes sobre la lactancia materna durante los brotes de Mpox, particularmente en América del Sur. Las estrategias de colaboración y la actualización periódica de las investigaciones serán esenciales para hacer frente al actual desafío de salud pública.

INTRODUCCIÓN

En el invierno 2022/2023, se observó un resurgimiento de las infecciones invasivas por estreptococos del grupo A (iGAS) en niños en Europa, incluidos Alemania y Suiza. Mientras que en Inglaterra se registró un aumento simultáneo de las consultas por escarlatina y faringitis, lo que llevó a la recomendación de tratar con antibióticos cualquier sospecha de enfermedad por GAS, las directrices en Alemania y Suiza se mantuvieron sin cambios. Nuestro objetivo era investigar si esta política era adecuada.

MÉTODOS

Se realizó un estudio multicéntrico retrospectivo de niños hospitalizados por enfermedad invasiva por SGA entre septiembre de 2022 y marzo de 2023 en departamentos pediátricos de Dresde y Berlín (Alemania) y Basilea (Suiza). Se revisaron las historias clínicas y se realizaron entrevistas telefónicas estructuradas para analizar si las sospechas de infecciones por SGA con o sin tratamiento antibiótico se notificaron antes de la hospitalización.

RESULTADOS

En total, 63 pacientes cumplían los criterios de inclusión (mediana de edad 4,2 años, 57% varones); sin embargo, la información clínica no estaba completa para todas las características analizadas; 32/54 (59%) tenían ≥1 visita médica ≤4 semanas prehospitalización. En 4/32 (13%) pacientes se sospechó enfermedad por SGA, es decir, amigdalitis o escarlatina; 2/4 de ellos recibieron antibióticos, y se documentó una prueba rápida de antígeno positiva para SGA en 1 de ellos.

CONCLUSIONES

En una pequeña minoría de pacientes se sospechó infección por SGA en las 4 semanas previas a la enfermedad iGAS. Estos datos sugieren que hay pocas oportunidades de prevenir la enfermedad por SGA mediante terapia antibiótica, porque en la mayoría de los pacientes -incluso si fueron vistos por un médico- no hubo evidencia de enfermedad por SGA o cuando se sospechó la enfermedad por SGA y se trató con antibióticos, no se previno la enfermedad invasiva consecutiva por SGA.

Las infecciones del sistema nervioso central en niños causadas por el estreptococo del grupo A son poco frecuentes. Este estudio, realizado en 52 hospitales de España entre 2019 y 2023, identificó 32 casos de infecciones del sistema nervioso central en niños causadas por Streptococcus del grupo A, con un aumento significativo a partir de octubre de 2022 (1,1% frente a 5,9%, p = 0,002). La mitad requirió ingreso en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, el 12,5% presentó secuelas y la tasa de mortalidad fue del 6,2%. La mastoiditis fue la infección primaria predominante.

INTRODUCCIÓN

La eficacia del distanciamiento social para controlar las epidemias de gripe es discutible. Analizamos el impacto local del distanciamiento social a gran escala causado por las fuertes nevadas en la epidemia de gripe.

MÉTODOS

Los datos de vigilancia del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas sobre la gripe diagnosticada en las instituciones registradas de la prefectura de Fukui se trazaron en curvas epidémicas. También se comparó el número de estudiantes de primaria y secundaria que suspendieron la asistencia debido a la gripe durante la temporada 2017/2018 entre los territorios del norte y del sur de la prefectura de Fukui. Se compararon las tasas semanales de incidencia de la gripe y las tasas medias antes, durante y después del cierre de las escuelas causado por las fuertes nevadas en el territorio del norte con las del territorio del sur utilizando ecuaciones de estimación generalizada de Poisson para tener en cuenta la variabilidad de las escuelas.

RESULTADOS

La curva epidémica del territorio norte, al igual que la tendencia nacional, disminuyó rápidamente durante la fuerte nevada y formó un segundo pico 4 semanas después. La curva del territorio sur se mantuvo en todo momento como la tendencia nacional. Las ratios de incidencia semanal en los colegios de los territorios del norte frente a los del sur variaron de 0,23 durante la nevada intensa a 2,32, 4 semanas después de la nevada. La razón de incidencia acumulada (intervalo de confianza del 95%) de los territorios del norte frente a los del sur fue de 0,92 (0,74-1,13; P = 0,42). El cierre de los colegios redujo significativamente la tasa de incidencia a 0,41 (intervalo de confianza del 95%, 0,19-0,89; P = 0,02).

CONCLUSIONES

Aunque el cierre simultáneo de escuelas a escala relativamente grande y el distanciamiento social pudieron suprimir temporalmente la epidemia de gripe estacional, no pudieron impedir la incidencia acumulada. El distanciamiento social a gran escala puede contribuir a ralentizar la propagación de la infección durante las epidemias de gripe estacional.

INTRODUCCIÓN

El espectro y la incidencia de las complicaciones neuropsiquiátricas asociadas a la gripe no están bien caracterizados. El objetivo de este estudio fue definir la incidencia de complicaciones neurológicas y psiquiátricas específicas asociadas a la gripe en niños y adolescentes.

MÉTODOS

Se reunió una cohorte retrospectiva de niños de 5 a 17 años de edad con un diagnóstico de influenza de la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª revisión, en pacientes ambulatorios o en el departamento de emergencias e inscritos en Tennessee Medicaid de 2016 a 2020. Las complicaciones neurológicas o psiquiátricas graves que requirieron hospitalización se identificaron mediante un algoritmo validado. Las tasas de incidencia de complicaciones se expresaron por 100,000 personas-semanas de influenza y se informaron los intervalos de confianza (IC) del 95%.

RESULTADOS

Se incluyeron 156.661 casos de gripe (con una mediana de edad de 9,3 años). La incidencia global de complicaciones neurológicas fue de 30,5 (IC 95%: 24,0-38,6) por 100.000 personas-semana de gripe y de 1880,9 (IC 95%: 971,9-3285,5) entre los niños con una comorbilidad neurológica subyacente. La distribución del tratamiento antiviral fue similar entre aquellos con y sin complicaciones neurológicas o psiquiátricas. La incidencia global de complicaciones psiquiátricas fue de 20,2 (IC 95%: 15,1-27,0) por 100.000 personas-semana de gripe y de 111,8 (IC 95%: 77,9-155,5) entre los niños con una comorbilidad psiquiátrica subyacente. Las convulsiones (17,5; IC 95%: 12,8-23,9) fueron las complicaciones neurológicas más frecuentes, mientras que la encefalitis (0,5; IC 95%: 0,02-2,5) fue poco frecuente. Las complicaciones psiquiátricas más frecuentes fueron los trastornos del estado de ánimo (17,5; IC 95%: 12,8-23,9) y las autolesiones (0,9; IC 95%: 0,3-3,3) fueron las menos frecuentes.

DISCUSIÓN

Los resultados de este estudio revelan que la incidencia de complicaciones neuropsiquiátricas de la gripe es, en general, baja; sin embargo, la incidencia entre los niños con afecciones neurológicas o psiquiátricas subyacentes es significativamente mayor que entre los niños sin estas afecciones.

El objetivo fue estudiar el perfil clínico y el desenlace del síndrome del dengue expandido (SED) en niños. Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo y se incluyeron niños consecutivos (de 1 mes a 18 años) que presentaron dengue durante más de 1 año. El diagnóstico de dengue se confirmó por la presencia del antígeno NS1 del dengue y/o la positividad de IgM del dengue. Posteriormente, se identificaron los niños que presentaban EDS de acuerdo con las directrices revisadas de la Organización Mundial de la Salud (2011). Se compararon los perfiles clínicos y de laboratorio de los niños diagnosticados con SED y los que no presentaban SED. De 178 niños con dengue, 33 (18,5%) tenían SED [intervalo de confianza (IC) del 95%: 13,1%-25,0%]. En estos 33 niños, la afectación neurológica fue la manifestación más frecuente [n = 16/33 (49%, IC 95%: 32%-65%)], principalmente encefalopatía, convulsiones febriles y encefalitis, e orden de frecuencia. La afectación gastrointestinal fue la segunda más frecuente [n = 10/33 (30%, IC 95%: 17%-47%)], e incluyó insuficiencia hepática fulminante, colecistitis acalculosa y pancreatitis aguda. La presentación renal [n = 7 (21%, IC 95%: 10%-37%)] se limitó a lesión renal aguda. Los niños con SED eran significativamente anémicos y presentaban leucocitosis, hiperpotasemia, azotemia, hiperbilirrubinemia, transaminasas séricas elevadas y shock refractario a líquidos que sus homólogos sin SED. Los niños con SED presentaron una tendencia a una mayor mortalidad (p = 0,07) y los supervivientes tuvieron una estancia hospitalaria más prolongada (5 días frente a 4 días en los no SED, p = 0,001). En conclusión, se observó una alta prevalencia (18,5%) de SED entre los niños hospitalizados por dengue. Las manifestaciones comunes del SED incluyen afectación neurológica, renal y gastrointestinal. Los niños con SED mostraron una tendencia hacia una mayor mortalidad y una mayor duración de la estancia hospitalaria que los niños sin SED.

Los hemocultivos siguen siendo el método principal para ayudar en el diagnóstico de la infección bacteriémica. La pronta detección de posibles patógenos con su posterior identificación rápida y las pruebas de susceptibilidad son fundamentales para maximizar los resultados de los pacientes informando sobre el tratamiento adecuado. Aunque existe una cantidad significativa de literatura para guiar los procesos y métodos de hemocultivo en pacientes adultos, sigue habiendo una escasez de datos en la población pediátrica, lo que lleva a muchas preguntas abiertas con respecto a las mejores prácticas en los niños. En última instancia, la cuestión no es si los hemocultivos son útiles para el diagnóstico de infecciones del torrente sanguíneo en niños, sino cómo superar los retos inherentes y optimizar el uso de hemocultivos en esta población de pacientes. A la luz de los nuevos avances y actualizaciones de la bibliografía, esta revisión resumirá estas cuestiones abiertas y debatirá cómo pueden maximizarse los hemocultivos como herramienta diagnóstica en niños. También se resumen las consideraciones y recomendaciones para los métodos tradicionales y más recientes en la práctica de los hemocultivos en el siguiente enlace: https://links.lww.com/INF/F616.

Objetivo El tratamiento domiciliario de los lactantes ingresados ​​en el hospital con bronquiolitis aliviaría la presión sobre las camas de hospital. Nuestro objetivo es comprender la proporción de niños que requieren intervenciones de atención activa (es decir, oxígeno, líquidos), las perspectivas de los cuidadores y el posible impacto de la transición de la atención hospitalaria de los lactantes con bronquiolitis al hogar.

Métodos Se trata de un estudio de métodos mixtos en un hospital pediátrico terciario australiano. Las entrevistas semiestructuradas con cuidadores de lactantes con bronquiolitis se centraron en las actitudes hacia el manejo de la bronquiolitis en el hogar. Las entrevistas se analizaron mediante análisis temático inductivo. Los datos sobre las admisiones por bronquiolitis entre lactantes de 1 a 12 meses se extrajeron de la historia clínica electrónica desde abril de 2016 hasta octubre de 2020. Se calcularon los días de cama potenciales ahorrados.

Resultados Se entrevistó a 18 padres, y surgieron los temas de «el hospital es seguro», «el hospital incurre en costos» y «el conocimiento es poder». Durante 4,5 años, 2367 bebés fueron ingresados ​​en el hospital con bronquiolitis: un total de 4557 días-cama. De estos, el 40% de los bebés fueron ingresados ​​​​solo para monitoreo, el 25% para soporte de líquidos nasogástricos, el 17% para oxigenoterapia y el 7,5% para líquidos y oxígeno. El 11% recibió tratamientos que actualmente no son factibles en el hogar (oxígeno de alto flujo, líquidos intravenosos). La oxigenoterapia representó el mayor número de días-cama (242 días-cama/año).

Conclusión El tratamiento de la bronquiolitis en el hogar podría tener un impacto sustancial en la demanda de camas hospitalarias, con un ahorro estimado de 344 días-cama por año si se ofrecieran todas las intervenciones. La disposición de los padres a trasladar al paciente al hogar equilibra la seguridad percibida en el hospital frente a los costos financieros, logísticos y emocionales. Se consideró que empoderar a los padres con conocimientos era un facilitador sustancial del apoyo a la transición al hogar.

La sorprendente historia del uso de la profilaxis con azitromicina en países de bajos recursos continúa con la publicación del estudio AVENIR (Azithromycine pour la Vie des Enfants au Niger: Implementation et Recherche) con sede en Níger por O’Brien KS et al ( N Engl J Med 2024;391(8):699–709 DOI: 10.1056/NEJMoa2312093). Maitland K y Walker SA ( N Engl J Med 2024;391:760–762. DOI: 10.1056/NEJMe2407000) describen la historia de este trabajo en África, y este editorial merece una lectura antes de analizar el estudio principal. El objetivo de estos estudios controlados aleatorizados fue prevenir el tracoma. Los autores describen un estudio de Etiopía de 2009, luego el ensayo MORDOR (Macrólidos orales para reducir las crisis con un ojo en la resistencia) de Níger, Tanzania y Malawi, y un estudio adicional de Burkina Faso y Mali. Los resultados sugirieron que la profilaxis también tuvo un efecto secundario en la reducción de la mortalidad. En el estudio AVINER, los investigadores asignaron aleatoriamente 1723 comunidades rurales en Níger en un diseño de ensayo controlado aleatorio por grupos adaptativo. Los niños tuvieron cuatro distribuciones dos veces al año de azitromicina (dosis observada de 20 mg/kg) para niños de 1 a 59 meses de edad (grupo de azitromicina infantil) o cuatro distribuciones dos veces al año de azitromicina para bebés de 1 a 11 meses de edad y placebo para niños de 12 a 59 meses de edad (grupo de azitromicina infantil) o placebo para niños de 1 a 59 meses de edad. El número total de niños en estas comunidades fue de 382 586 niños, lo que representaba 419 440 personas-año; se registraron 5503 muertes durante el período de estudio. Hubo una tasa de mortalidad más baja en niños de 1 a 59 meses en el grupo de azitromicina infantil (11,9 muertes por 1000 personas-año; IC del 95%, 11,3 a 12,6) que en el grupo placebo (13,9 muertes por 1000 personas-año; IC del 95%, 13,0 a 14,8). La estratificación de los grupos de edad permitió examinar la mortalidad entre los lactantes de 1 a 11 meses, pero esta no fue significativamente menor en el grupo de azitromicina infantil (22,3 muertes por 1000 personas-año; IC del 95%, 20,0 a 24,7) que en el grupo placebo (23,9 muertes por 1000 personas-año; IC del 95%, 21,6 a 26,2). Se notificaron cinco eventos adversos graves: tres en el grupo placebo, uno en el grupo de azitromicina infantil y uno en el grupo de azitromicina infantil. También vale la pena observar el diseño del estudio. Aleatorizaron por comunidad en lugar de por individuo y utilizaron un enfoque adaptativo a la respuesta. Al inicio del estudio, la aleatorización se produjo entre comunidades (o grupos de pacientes).) con igual probabilidad (0,33) a uno de los tres grupos. Esto aseguró que los tres grupos comenzaran el ensayo con números iguales. Luego adaptaron el enfoque de aleatorización en el mes 12 y el mes 18, en función de la probabilidad de que las comunidades fueran asignadas al grupo con la mortalidad más baja entre los niños de 1 a 59 meses de edad. La otra preocupación principal es la resistencia a los antimicrobianos, por lo que, aunque parece que administrar azitromicina a niños de 1 a 59 meses de edad reducirá significativamente la mortalidad, se deben realizar más estudios para revisar la posible resistencia a los antimicrobianos.

Hasta el momento, The Archivist no ha informado de ninguna publicación relacionada con la COVID-19. Han pasado más de cuatro años desde que la pandemia azotó al mundo. En ese momento, las publicaciones llegaban en masa y con rapidez y la base de evidencia cambiaba constantemente. Era un área de la ciencia que avanzaba rápidamente, a medida que descubríamos más sobre la epidemiología de la enfermedad aguda y cómo tratarla y cómo prevenirla con medidas de salud pública y vacunación. Afortunadamente, la pandemia aguda se ha ralentizado y el virus ha mutado a una cepa menos virulenta. Lo que es evidente es que algunos de los que sobrevivieron a la infección quedaron con síntomas a largo plazo, a veces debilitantes. Hasta ahora, estos síntomas se han descrito principalmente en adultos. Gross et al (en nombre del Consorcio RECOVER-Pediatrics) ( JAMA . Publicado en línea el 21 de agosto de 2024. doi:10.1001/jama.2024.12747) han descrito los síntomas prolongados experimentados, la mayoría asociados con la infección por SARS-CoV-2 en la cohorte de 5367 niños y adolescentes que participaron en el estudio de cohorte RECOVER-Pediatrics. Se trató de un estudio de cohorte observacional longitudinal multicéntrico de los EE. UU. y los pacientes fueron reclutados en 60 entornos de atención médica entre marzo de 2022 y diciembre de 2023, e incluyeron niños y adolescentes en edad escolar con y sin antecedentes de infección por SARS-CoV-2. Han definido la COVID prolongada, o secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2, como síntomas, signos y afecciones que se desarrollan, persisten o recaen con el tiempo después de la infección por SARS-CoV-2. No son específicos sobre la parte temporal de la definición. En su cohorte, un total de 898 niños en edad escolar (751 con infección previa por SARS-CoV-2 (denominados infectados ) y 147 sin ella (denominados no infectados ))) y 4469 adolescentes (3109 infectados y 1360 no infectados) fueron incluidos. El tiempo medio entre la primera infección y la encuesta de síntomas fue de 506 días para los niños en edad escolar y de 556 días para los adolescentes. Hubo una gran variedad de síntomas notificados y necesitará leer el artículo para verlos todos. La clave es que los síntomas parecían afectar a la mayoría de los sistemas orgánicos y hubo grupos distintos de síntomas con cada grupo de edad, pero también los patrones fueron diferentes en los niños más pequeños en comparación con los adolescentes. Este es un estudio generalizable metodológicamente riguroso grande pero tiene algunas limitaciones (cinco bien descritas en el artículo), pero es el primer estudio grande en delinear el patrón clínico de COVID prolongado. Utilizaron modelos ajustados por género, raza y etnia e identificaron 14 síntomas tanto en niños en edad escolar como en adolescentes que eran más comunes en aquellos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 en comparación con aquellos sin antecedentes de infección. También hubo cuatro síntomas adicionales solo en niños en edad escolar y tres síntomas adicionales solo en adolescentes. Por lo tanto, este estudio ha desarrollado índices de investigación para caracterizar la COVID prolongada en niños y adolescentes. Los patrones de síntomas tenían similitudes, pero eran distinguibles entre los dos grupos de edad. Esto será relevante para futuras investigaciones. Este artículo no pasó a describir la intervención ni los resultados, pero sí establece los fenotipos clínicos que ayudarán a diseñar estudios posteriores.

Introducción

La evaluación del impacto de un programa de prevención del virus de la hepatitis B (VHB) que incorpora profilaxis antiviral materna en la transmisión maternoinfantil (TMI) es limitada utilizando datos del mundo real.

Métodos

Analizamos datos sobre la detección materna del VHB, la inmunización neonatal y las pruebas serológicas posvacunación (PVST) para el antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) entre bebés en riesgo nacidos de madres portadoras del VHB del Sistema Nacional de Información sobre Inmunización durante 2008-2022. A través de la vinculación con la Base de Datos del Seguro Nacional de Salud, se obtuvo información sobre la terapia antiviral materna. Se realizó una regresión logística multivariada para explorar el riesgo de TMI en relación con las características del bebé y de la madre y las estrategias de prevención.

Resultados

En total, se examinaron 2.460.218 partos con estado materno de VHB. Entre 2008 y 2022, las tasas anuales de seropositividad para HBsAg y antígeno e de la hepatitis B (HBeAg) entre mujeres embarazadas nativas disminuyeron del 12,2 % al 2,6 % y del 2,7 % al 0,4 %, respectivamente (P para ambas tendencias < 0,0001). Entre los 22.859 bebés en riesgo que se sometieron a PVST, las tasas de TMI difirieron entre los bebés nacidos de madres HBsAg positivo/HBeAg negativo y HBeAg positivo (0,75 % y 6,33 %, respectivamente; P < 0,001). El riesgo de TMI aumentó con la positividad del HBeAg materno (odds ratio [OR], 9,29; intervalo de confianza [IC] del 95 %, 6,79–12,73) y disminuyó con la profilaxis antiviral materna (OR, 0,28; IC del 95 %, 0,16–0,49). Para los lactantes con HBeAg materno positivo, el riesgo de TMI se asoció con las madres nacidas en la era de la inmunización (OR, 1,40; IC 95 %, 1,17–1,67).

Conclusiones

La TMI se relacionó con la positividad materna del HBeAg y se previno eficazmente mediante la profilaxis materna en la población inmunizada. Los bebés en riesgo nacidos de cohortes maternas vacunadas posiblemente presenten un riesgo adicional.

Entre septiembre de 2020 y enero de 2024, se diagnosticaron en Croacia cuatro bebés potencialmente expuestos a la infección por sífilis en el útero, que cumplían los criterios de vigilancia de la Organización Mundial de la Salud para la sífilis congénita (SC). Realizamos un análisis retrospectivo de los datos epidemiológicos, clínicos y de laboratorio de estos casos para evaluar el cumplimiento de las definiciones de casos de vigilancia. Como solo se ha notificado un caso confirmado de SC en Croacia en más de dos décadas, estos informes indican un mayor riesgo de transmisión vertical de la sífilis y justifican el fortalecimiento de la detección prenatal.

Los virus son los agentes etiológicos más frecuentes de la diarrea infantil. A pesar de la introducción de la vacuna frente a rotavirus, este sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo, seguido del norovirus, lo que representa un reto diagnóstico. Aquí se describen los nuevos avances en el diagnóstico y tratamiento de las diarreas víricas.

Hallazgos recientes

Aunque los inmunoensayos son ampliamente utilizados por su rapidez y bajo coste, las técnicas moleculares se han convertido en el método de diagnóstico más fiable debido a su alta sensibilidad y capacidad para analizar múltiples patógenos en paneles gastrointestinales. Los ensayos de amplificación isotérmica de ácidos nucleicos (LAMP y RPA) son técnicas prometedoras, ya que no requieren equipos sofisticados y pueden utilizarse como pruebas en el punto de atención. Los sistemas de detección de ácidos nucleicos CRISPR/Cas son nuevos métodos de diagnóstico con un gran potencial. Varios artículos publicados recientemente describen el papel de los enteroides intestinales humanos para caracterizar la infección por norovirus, probar nuevos fármacos y desarrollar vacunas. La interacción entre la microbiota intestinal humana y las infecciones víricas gastrointestinales ha sido ampliamente revisada y ofrece algunos mecanismos innovadores para la adopción de medidas terapéuticas y preventivas.

Resumen

Aunque se han logrado avances importantes, es necesario seguir investigando para afrontar los retos pendientes y mejorar aún más las capacidades de diagnóstico y las estrategias de gestión de esta enfermedad infecciosa crítica.

Aedes aegypti es una especie de mosquito invasor que transmite flavivirus y afecta a una proporción cada vez mayor de la población mundial1,2 . Como las hembras se alimentan de sangre varias veces, a menudo transportan virus que causan enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el Zika y el chikungunya2. Ae. aegypti integra múltiples señales sensoriales para localizar y navegar hacia los humanos3,4,5,6 (Fig. 1a). La integración es esencial, ya que un solo estímulo es inadecuado para diferenciar a los humanos de otros objetivos. La detección de CO2 exhalado eleva su actividad locomotora y aumenta su capacidad de respuesta a otros estímulos derivados del hospedador, como las señales visuales3,4,5,6 . Sin embargo, Ae. aegypti tiene escasa agudeza visual, lo que limita su utilidad para discriminar entre personas y otros hospedadores7. Las señales olfativas orgánicas son especialmente importantes para encontrar a los humanos. Sin embargo, la eficacia de las señales olfativas y de CO2 para proporcionar información direccional se ve limitada por las perturbaciones de las corrientes de aire que superan la velocidad de vuelo del mosquito, o si el huésped se mueve rápidamente8. Cuando los mosquitos están muy cerca de la superficie de la piel, detectan la humedad y el calor corporal convectivo4,9.

Fig. 1: Set-up for testing IR radiation as a potential host-associated cue.

Actualmente las recomendaciones de vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) consisten en la vacunación sistemática de niñas y niños a los 12 años y la captación de adolescentes hasta los 18 años, con pauta de una sola dosis de vacuna nonavalente. En grupos de riesgo la pauta será de 2 ó 3 dosis, según la circunstancia clínica, y en situación de inmunosupresión se pondrán 3 dosis.

La Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud Español, ha elaborado el documento “Recomendaciones de vacunación frente a VPH. Revisión de la estrategia de una dosis”(1) aprobado por la Comisión de Salud Pública el 18 de julio de 2024, en el que se establecen las actuales recomendaciones de vacunación frente a VPH:

  • Vacunación sistemática de niñas y niños a los 12 años. Pauta de 1 dosis.
  • Captación de hombres y mujeres no vacunadas hasta los 18 años (incluidos). Pauta de 1 dosis.
  • Personas no vacunadas con determinadas situaciones de riesgo hasta los 45 años (incluidos). Pauta de 1 dosis hasta los 25 años y 2 dosis a partir de los 26 años, separadas al menos 6 meses:
    • Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).
    • Situación de prostitución.
  • En personas no vacunadas con inmunosupresión pertenecientes a los siguientes grupos de riesgo, y hasta los 45 años (incluidos), se recomienda siempre una pauta de 3 dosis (0, 1-2 y 6 meses), independientemente de la edad de comienzo de la vacunación, incluyendo:
    • Síndrome WHIM (síndrome de verrugas, hipogammaglobulinemia, inmunodeficiencia y mielocatexis): vacuna que cubra los tipos 6 y 11.
    • Infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
    • Trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos (independientemente del estado de vacunación previo al trasplante de progenitores hematopoyéticos).
    • Si ha recibido pauta con una o dos dosis con anterioridad, completar la vacunación hasta 3 dosis.
  • Mujeres, independientemente de la edad, que hayan recibido cualquier tratamiento por lesión intraepitelial de alto grado en cérvix (neoplasia intraepitelial cervical, CIN, por sus siglas en inglés, 2+)  Pauta de 3 dosis (0, 1-2 y 6 meses). La vacunación se realizará preferentemente antes del tratamiento de la lesión o, si no es posible, cuanto antes después de finalizar el tratamiento.

Este documento indica que en cualquiera de las recomendaciones anteriores se aplicará una pauta de 3 dosis si coexiste una situación de inmunosupresión.

En la Región de Murcia, el programa de vacunación escolar frente al VPH y frente a meningococo (serogrupos A, C, W e Y) en los centros educativos(2), a partir del curso escolar 2024-2025, se vacunará a todos niños y niñas nacidos a partir del año 2013, con una única dosis de vacuna nonavalente.

El cambio de pauta de dos a una dosis se ha basado en la revisión de la evidencia disponible y recogida en el documento elaborado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud(1)Destacamos la evaluación realizada por el Grupo de Trabajo de VPH del Strategic Advisory Group of Experts on Immunizaton (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)(3), que resumió la evidencia disponible sobre el esquema de la vacunación con una sola dosis realizando las siguientes recomendaciones-consideraciones:

  • Para conseguir los objetivos de la eliminación del cáncer de cérvix se recomienda la vacunación de las niñas de 9 a 14 años antes del comienzo de las relaciones sexuales. Los programas de vacunación podrán utilizar esquemas de 1 o 2 dosis.
  • La opción de uso de 1 única dosis se fundamenta en la muy alta eficacia de ese esquema en mujeres hasta los 20 años, observada en ensayos clínicos de alta calidad.
  • Desde la perspectiva de salud pública se recomienda la opción de uso de 1 dosis respecto de la de 2, indicación fuera de la ficha técnica, por el alto nivel de protección individual que confiere, por ser más eficiente, más fácil de implantar y consumir menos recursos.
  • Es incierto si quedarán protegidas las personas inmunodeprimidas con un esquema reducido de vacunación. Hasta no disponer de más evidencias, e independientemente de su edad, deberán recibir al menos 2 dosis, e idealmente 3, siempre que sea factible desde una perspectiva programática.
  • Se aconseja, además, que se genere evidencia adicional acerca de la pauta reducida en varones.

En otros países de nuestro entorno también se recomienda la pauta de una sola dosis:

  • En Reino Unido, desde septiembre de 2023, se recomienda la administración de 1 dosis en adolescentes y HSH hasta los 25 años. En HSH de los 26 a los 45 años se recomiendan 2 dosis. En personas con inmunosupresión se recomiendan 3 dosis(4).
  • En Irlanda también actualizaron las recomendaciones de vacunación frente a VPH en junio de 2023, incluyendo la pauta de 1 dosis en personas de 9 a 24 años y 2 dosis a personas de 25 y más años (intervalo 6-12 meses). En personas con inmunosupresión se recomienda la administración de 3 dosis (intervalo 0-2-6 meses)(5,6).

Actualmente un total de 49 países a nivel mundial ya recomiendan la pauta de una sola dosis (entre ellos Albania, Montenegro,  Quebec [Canadá], Australia o varios países de la región de las Américas, de Asia y de África(1)).

Por último, comentar que los Sumarios de Evidencia(7,8) consultados que abordan la vacunación contra el VPH en Estados Unidos y que realizan sus recomendaciones, sobre indicaciones y rango de edad, de acuerdo con el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés)(9,10) de los de los Centers for Disease Control and Prevention para el uso de las vacunas contra el VPH en Estados Unidos, siguen recomendando la pauta de vacunación en dos (o tres) dosis y de manera sistemática contra el VPH para todas las mujeres (Grado 1A)* y los hombres (Grado 1B)* en los siguientes rangos de edad según el calendario vacunal:

  • Personas que inician la serie de vacunas entre los 9 y 14 años de edad: se deben administrar dos dosis de la vacuna contra el VPH a los 0 y a los 6 a 12 meses. Si la segunda dosis se administró menos de cinco meses después de la primera, la dosis debe repetirse un mínimo de 12 semanas después de la segunda dosis y un mínimo de cinco meses después de la dosis inicial de la vacuna.
  • Personas que inician la serie de vacunas a los 15 años de edad o más: se deben administrar tres dosis de la vacuna contra el VPH a los 0, 1 a 2 (normalmente a los 2) y a los 6 meses.  El intervalo mínimo entre las dos primeras dosis es de cuatro semanas, entre la segunda y la tercera dosis es de 12 semanas, y entre la primera y la tercera dosis es de cinco meses. Si una dosis se administró con un intervalo más corto, se debe repetir una vez que haya transcurrido el intervalo mínimo recomendado desde la dosis más reciente.

*Ver grado de recomendación en el documento original.

La fiebre, la gastroenteritis aguda, los vómitos, el estreñimiento y la tos son motivos de consulta muy frecuentes en pediatría de Atención Primaria. En general, se trata de procesos leves autolimitados que tienden a resolverse espontáneamente, en los que hay que descartar otras patologías concomitantes u otros criterios agravantes de salud que puedan requerir derivar a otros niveles asistenciales

¿Tienen eficacia los productos de arándano rojo en la prevención de las infecciones del tracto urinario? ¿En qué tipo de población tenemos datos de eficacia? ¿qué cantidad de proantocianidinas tipo A son eficaces? Éstas y otras preguntas son contestadas en esta entrada dedicada a este tema. 

Las infecciones del trato urinario (ITU) suponen un motivo frecuente de consulta a profesionales sanitarios, y se asocia a comorbilidades y una pérdida en la calidad de vida (1). Tiene mayor incidencia en mujeres, estimándose que el 60% de ellas experimentarán una ITU a lo largo de su vida, de las que un 30% serán ITU recurrentes o de repetición (≥3 episodios/año o ≥2 episodios/6 meses) (1-4).

El aumento del uso de antibióticos, incluso en situaciones en que no están recomendados (p. ej., bacteriuria asintomática sin factores de riesgo) (1,3), ha inducido un incremento en la prevalencia de uropatógenos resistentes a los antibióticos (3,4,5) que ha provocado la búsqueda de alternativas (3). Entre ellas, destaca el arándano rojo, que en Norteamérica se refiere al Vaccinium macrocarpon, utilizado tradicionalmente para la prevención de ITU (6). El arándano rojo ejerce su acción antibacteriana debido a su contenido en proantocianidinas tipo A (PAC) que evitan la adhesión del uropatógeno E.coli al epitelio de la vejiga, causante de la mayoría de infecciones de orina no complicadas (2,6,7).

En base a los documentos consultados (mayormente Guías de Práctica Clínica [GPC]), se sugiere el uso de probióticos para prevenir la diarrea asociada al tratamiento con antibióticos (DAA) en edad pediátrica y en concreto, se recomienda utilizar Lactobacillus rhamnosus GG o Saccharomyces boulardii a dosis altas (≥ 5 mil millones de UFC por día). 

Destacamos las GPC publicadas entre 2.022 y 2.024 de:

  • The World Gastroenterology Organisation(1),
  • The European Society for Paediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition(2), y
  • The Canadian Paediatric Society(3),

que recomiendan el uso de probióticos para la prevención de DAA en niños, en base a los resultados entre otros estudios, de la Revisión Sistemática Cochrane(4) actualizada en 2019, sobre el uso de probióticos en la prevención de DAA en población infantil.

En ella, se revisaron 33 estudios. Los estudios evaluaron a 6.352 niños (de 3 días a 17 años de edad) que estaban recibiendo probióticos coadministrados con antibióticos para prevenir la DAA. Los participantes recibieron probióticos (Lactobacilli spp., Bifidobacterium spp., Streptococcus spp. o Saccharomyces boulardii solos o en combinación), placebo (pastillas que no incluían probióticos), otros tratamientos que se pensaba que prevenían la DAA (es decir, diosmectita o fórmula infantil) o ningún tratamiento. Los estudios fueron a corto plazo, con una duración que osciló entre 5 días y 12 semanas. 

Después de 5 días a 12 semanas de seguimiento, la incidencia de DAA en el grupo probiótico fue del 8 % (259/3.232) en comparación con el 19 % (598/3.120) en el grupo de control (Riesgo Relativo [RR] 0,45, Intervalo de Confianza [IC] del 95 %: 0,36 a 0,56; 6.352 participantes; número necesario a tratar para obtener un resultado beneficioso adicional [NNTB] 9, IC del 95 %: 7 a 13; evidencia de certeza moderada).

El análisis de subgrupos, indicó que la dosis alta (≥ 5 mil millones de UFC por día) es más efectiva que la dosis baja de probiótico (< 5 mil millones de UFC por día). En los estudios de dosis alta, la incidencia de DAA en el grupo probiótico fue del 8% (162/2.029) en comparación con el 23% (462/2.009) en el grupo de control (4.038 participantes; RR 0,37; IC del 95 %: 0,30 a 0,46; P = 0,06; evidencia de certeza moderada). En los estudios de dosis baja, la incidencia de DAA en el grupo probiótico fue del 8 % (97/1.155) en comparación con el 13 % (133/1.059) en el grupo de control (2.214 participantes; RR 0,68; IC del 95 %: 0,46 a 1,01; P = 0,02).

Seis de los 33 ensayos administraron especies de Lactobacillus rhamnosus, mientras que nueve estudiaron la levadura Saccharomyces boulardii. Los resultados combinados de seis estudios de L. rhamnosus (n = 686) mostraron un efecto protector estadísticamente significativo. El 8 % (27/345) de los participantes que recibieron L. rhamnosus presentó diarrea en comparación con el 22 % (76/341) del grupo de control (RR 0,37; IC del 95 %: 0,24 a 0,55; P < 0,0001). La estadística de resumen de los ensayos con Saccharomyces boulardii (n = 3.165) también fue estadísticamente significativa, lo que indica un efecto protector. El 8 % (125/1.620) de los participantes que recibieron Saccharomyces boulardii presentó diarrea en comparación con el 21 % (329/1.545) del grupo de control (RR 0,36; IC del 95 %: 0,24 a 0,54; P < 0,0001).

Los autores concluyeron que la evidencia general sugiere un efecto protector moderado de los probióticos para prevenir la DAA y que los resultados indican que el efecto del subgrupo basado en probióticos de dosis alta (≥ 5 mil millones de UFC por día) fue creíble. El NNTB de los probióticos de dosis alta para prevenir un caso de diarrea es 6 (IC del 95%: 5 a 9). Sin embargo, señalan que el beneficio de los probióticos en dosis altas (p. ej., Lactobacillus rhamnosus o Saccharomyces boulardii) debería confirmarse mediante un ensayo aleatorizado multicéntrico de gran tamaño y bien diseñado. Asimismo, los autores refieren que es prematuro sacar conclusiones firmes sobre la eficacia y la seguridad de «otros» agentes probióticos como complemento de los antibióticos en niños. 

Comentario GPI: Dirigido a profesionales que no trabajan en nuestro medio y con distintos recursos, por ejemplo, no menciona estreptotest y no se dirige específicamente a población pediátrica.

Evaluamos la transmisión vertical y la vinculación con la atención en mujeres con el virus de la hepatitis C (VHC) y antecedentes de uso de drogas inyectables empleando pruebas y tratamientos co-localizados. La transmisión se produjo en 1 de 23 bebés, con una distancia genética madre-hijo del 1,26%. Las tasas de pruebas infantiles, vinculación materna y curación fueron del 77%, 52% y 100%, respectivamente.

Introducción

El virus respiratorio sincitial (VSR) es una de las principales causas de infecciones respiratorias agudas y hospitalizaciones en lactantes (menores de 1 año) y niños pequeños. Se sabe poco sobre la epidemiología del VSR y el uso de recursos sanitarios para pacientes hospitalizados en Suiza.

Objetivo

Explorar las hospitalizaciones relacionadas con el VSR, las HCRU para pacientes internados y los costos médicos en todos los grupos de edad, y los factores de riesgo de las hospitalizaciones infantiles en Suiza.

Métodos

Utilizamos datos de registros hospitalarios nacionales de 2003 a 2021 para identificar casos de VRS con códigos ICD-10-GM y describimos las características demográficas, HCRU y los costos médicos asociados de los pacientes hospitalizados por VRS. El efecto de los factores de riesgo sobre la hospitalización infantil se estimó mediante regresión logística.

Resultados

Observamos un aumento general y un patrón bianual en las hospitalizaciones por VSR entre 2003/04 y 2018/19, con 3575 hospitalizaciones en 2018/19 y 2487 en 2019/20 antes de que las cifras disminuyeran en 2020/21 (n = 902). Alrededor de dos tercios de todas las hospitalizaciones se produjeron en lactantes. La edad media (mediana) fue de 118 (85) días en los lactantes hospitalizados y de 74 (77) años en los pacientes adultos hospitalizados (> 18 años); El 7,2% de los casos requirió estancia en unidad de cuidados intensivos. Los costes médicos medios de los pacientes hospitalizados se estimaron en 8.046 euros. La mayoría (90,8%) de los lactantes hospitalizados con VSR nacieron después de las 35 semanas de gestación sin displasia broncopulmonar ni cardiopatía congénita. El bajo peso al nacer, la edad gestacional y los trastornos congénitos se asociaron con un mayor riesgo de hospitalización.

Conclusiones

El VSR provoca un número sustancial de hospitalizaciones y picos en la utilización de la capacidad hospitalaria. Las medidas para proteger a todos los bebés de una hospitalización por VSR son esenciales para abordar este desafío de salud pública.

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se produce cuando los gérmenes evolucionan para resistir los medicamentos, lo que dificulta o incluso imposibilita el tratamiento de las infecciones. Puede aumentar la propagación, la gravedad y la mortalidad de las enfermedades.

Las infecciones por RAM pueden afectar a cualquier persona y todos desempeñan un papel fundamental a la hora de limitar su propagación. En el caso de los niños, prevenir las infecciones desde el principio es una forma eficaz de contribuir a controlar la RAM.

  1. Enséñeles sobre los gérmenes: es difícil que los niños ayuden a prevenir la propagación de gérmenes e infecciones si no saben qué son. Al comprender cómo se propagan y cambian los gérmenes, los niños pueden aprender medidas preventivas que reduzcan la necesidad de antibióticos y otros tratamientos antimicrobianos. Si les enseñamos este conocimiento desde el principio, les ayudamos a cultivar prácticas responsables para combatir la RAM.
  2. Conviértalos en expertos en el lavado de manos: enseñarles a los niños la importancia de lavarse las manos y cómo hacerlo correctamente reduce la propagación de gérmenes nocivos, minimiza la necesidad de antibióticos y preserva su eficacia. Inculcar este hábito desde temprano les otorga a los niños un papel activo en la prevención de infecciones y la protección de la salud pública frente a la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
  3. Vacunarlos: Al garantizar que los niños reciban vacunas contra enfermedades prevenibles, reducimos la necesidad de utilizar antimicrobianos y su posible uso indebido, lo que a su vez ayuda a preservar su eficacia contra infecciones graves. Educar a los niños sobre la vacunación les permite contribuir a un futuro más saludable en el que los antibióticos y otros medicamentos sigan trabajando para salvar vidas.

La infección meningocócica invasora (EMI) tiene una mortalidad alrededor del 10 % y causa secuelas graves en un 20-30 % de los que sobreviven. Se tratan con antibióticos, pero a veces evolucionan tan rápidamente que no da tiempo a atajar la infección. Los niños pequeños son los más afectados. Los adolescentes suelen transportar la bacteria en su garganta con más frecuencia. 

 La primaquina, el único tratamiento ampliamente disponible para prevenir las recaídas de la malaria por Plasmodium vivax, se administra en comprimidos de 15 mg y se están desarrollando nuevas formulaciones pediátricas. Para determinar la pauta posológica óptima de primaquina para niños, se pretende determinar la eficacia y la seguridad de diferentes estrategias de dosificación de primaquina en niños menores de 15 años.

En este estudio de cohorte con 156 participantes, se detectaron mutaciones de resistencia al nirmatrelvir con mayor frecuencia en individuos que recibieron tratamiento, especialmente aquellos inmunodeprimidos, en comparación con individuos no tratados. Sin embargo, todas las mutaciones estaban presentes en frecuencias relativamente bajas, aparecieron de manera transitoria y era poco probable que contribuyeran a casos de rebote virológico.

Objetivo: evaluar la eficacia a dos años de seguimiento de una dosis única de la vacuna contra el dengue Butantan-DV para la prevención de enfermedad sintomática virológicamente confirmada, independientemente de la historia de exposición al dengue, desde los 28 días posteriores a la inmunización y describir los efectos secundarios hasta 21 días después de la misma (objetivos primarios). Los objetivos secundarios consistieron en evaluar la eficacia de la vacuna según la edad, el estado serológico del dengue al inicio del estudio y según el serotipo viral del dengue; y la seguridad hasta los 2 años.

Diseño: evaluación a los 2 años de un ensayo clínico en curso fase 3, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, que tiene previsto finalizar a los 5 años.

Emplazamiento: realizado en 16 sitios en Brasil.

Población de estudio: 16 235 niños y adultos de ambos sexos sanos o con enfermedad controlada fueron aleatorizados, entre febrero de 2016 y julio de 2019, a recibir Butantan-DV o placebo. Se excluyeron personas inmunizadas de dengue con anterioridad, inmunocomprometidos o embarazadas. Los participantes fueron estratificados por edad (2 a 6 años, 7 a 17 años y 18 a 59 años).

Intervención: una dosis única de la vacuna tetravalente (virus vivos atenuados DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV-4) Butantan-DV o placebo en una proporción de 2:1.

Medición del resultado: presencia de dengue sintomático virológicamente confirmado ocurrido desde 28 días después de la inyección hasta los 2 años de seguimiento para cada participante. La confirmación virológica y la determinación del serotipo se realizaron mediante el uso de un ensayo de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa de cuatro complejos. Se calculó la eficacia de la vacuna según la exposición previa al dengue para los participantes que tenían un estado serológico de dengue al inicio del estudio. Las evaluaciones de seguridad incluyeron el seguimiento de eventos adversos solicitados (en el lugar de administración y sistémicos) y no solicitados que ocurrieran dentro de los 21 días posteriores a la inyección. Los eventos adversos no solicitados, incluidos los eventos adversos graves, se registraron durante todo el periodo de seguimiento.

Resultados principales: durante un periodo de 3 años 16 235 participantes recibieron la vacuna Butantan-DV (10 259 participantes) o placebo (5976 participantes). La eficacia general de la vacuna a 2 años fue del 79,6% (intervalo de confianza del 95% [IC 95]: 70,0 a 86,3); 73,6% (IC 95: 57,6 a 83,7) entre los participantes sin evidencia de exposición previa al dengue y del 89,2% (IC 95: 77,6 a 95,6) entre aquellos con antecedentes de exposición. La eficacia de la vacuna fue del 80,1% (IC 95: 66,0 a 88,4) entre los participantes de 2 a 6 años de edad, del 77,8% (IC 95: 55,6 a 89,6) entre los de 7 a 17 años y del 90,0% (IC 95: 68,2 a 97,5) entre los de 18 a 59 años. La eficacia contra DENV-1 fue del 89,5% (IC 95: 78,7 a 95,0) y contra el DENV-2 fue del 69,6% (IC 95: 50,8 a 81,5). DENV-3 y DENV-4 no se detectaron durante el periodo de seguimiento. Los eventos adversos solicitados relacionados con la vacuna o el placebo dentro de los 21 días posteriores a la inyección fueron más comunes con la vacuna Butantan-DV que con placebo (58,3% de los participantes, frente a 45,6%). Se produjeron eventos adversos graves en 20 participantes del grupo vacunado (0,2%) y en 8 participantes del grupo placebo (0,1%). La mayoría de los eventos adversos ocurrieron dentro de los 21 días posteriores a la inyección y fueron de gravedad leve a moderada. Hubo 16 muertes en el seguimiento de 2 años: 9 en el grupo de la vacuna (0,09%) y 7 en el grupo placebo (0,12%). Ninguna de ellas relacionadas con la vacuna o el placebo según los investigadores.

Conclusión: una dosis única de la vacuna contra el dengue Butantan-DV previno el DENV-1 y el DENV-2 sintomáticos, independientemente del estado serológico del dengue al inicio del estudio, durante 2 años de seguimiento.

Conflicto de intereses: algunos autores trabajan con becas de la Fundación Butantan o reciben salarios de Merck Sharp y Dohme.

Fuente de financiación: Instituto Butantan, Merck Sharp y Dohme, Ministerio de Salud de Brasil, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, Fundación de Investigación de São Paulo y Fundación Butantan.

Comentario Crítico

Justificación: el dengue es una enfermedad endémica en más de 100 países, entre ellos los de la región de las Américas-Cono Sur de la OMS, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que están sufriendo en 2024 su peor epidemia de los últimos años. En Europa el dengue se erradicó en el siglo XX y, de momento, los casos son importados o esporádicos. La mayoría de los casos de dengue son asintomáticos o leves en la primoinfección y dejan protección persistente frente al serotipo causante. Sin embargo, existe el riesgo de desarrollar dengue grave especialmente en una segunda infección por un serotipo diferente1. Actualmente la OMS tiene dos vacunas precalificadas frente al dengue (Dengvaxia y Qdenga), pero continúa la investigación para conseguir una vacuna efectiva y segura para su administración universal sin estudio serológico previo2.

Validez o rigor científico: se trata de un ensayo clínico que presenta claramente la población de estudio (personas no embarazadas, sanas o con enfermedad controlada de 2 a 59 años), la intervención (una dosis de vacuna Butantan-DV o placebo) y el resultado de interés (eficacia frente al dengue y seguridad de la intervención). La aleatorización fue adecuada con ocultación de la secuencia, aunque no se explicita la razón de usar una ratio 2:1. Hubo cegamiento de los participantes, de los investigadores y de los que trataban los datos. Las pérdidas fueron menores al 1% en ambos grupos. Durante los dos años de seguimiento no se detectaron casos de DENV-3 y DENV-4, por lo que no hay datos sobre la eficacia de la vacuna sobre estas variantes. Se realizó un análisis por protocolo. La empresa Merck participó en el análisis de datos.

Importancia clínica: esta nueva vacuna tetravalente monodosis frente al dengue (Butantan-DV) ha mostrado en este estudio una eficacia global a los dos años de seguimiento del 79,6% (IC 95: 70,0 a 86,3), que correspondería a un NNT* de 75 (IC 95: 60 a 101) frente a DENV-1 y DENV-2. La eficacia entre los niños de 2 a 6 años fue del 80,1% (IC 95: 66,0 a 88,4). Es una eficacia importante para una vacuna de dosis única, similar a la vacuna Qdenga (dos dosis, eficacia del 80,2% (IC 95: 73,3 a 85,3) y superior a Dengvaxia (tres dosis, eficacia 60,8% [IC 95: 52,0 a 68,0] y posibilidad de efectos secundarios si se administra a seronegativos)4,5. Además, Butantan-DV se puede administrar a niños desde los 2 años de edad (frente a los 4 años de Qdenga y los 9 de Dengvaxia). No se conoce, sin embargo, su eficacia sobre las variantes 3 y 4. Esta información podría estar disponible en el análisis final previsto a los 5 años según la circulación de estas variantes. La exposición previa al dengue fue del 17,7% en el grupo vacunal y del 16,7% en el grupo placebo. Esto, unido a la baja incidencia de dengue confirmado virológicamente, no permitió, según los autores, realizar análisis significativos de la eficacia de la vacuna frente al dengue grave. Los eventos adversos sistémicos solicitados fueron informados con mayor frecuencia por receptores de Butantan-DV que por los receptores de placebo, de forma similar al perfil de seguridad descrito en Qdenga y Dengvaxia. No hay, de momento, información sobre su coste efectividad.

Aplicabilidad en la práctica clínica: la vacuna monodosis frente al dengue Butantan-DV se ha mostrado eficaz y segura en la prevención del dengue sintomático frente a DENV-1 y DENV-2, incluso en niños de 2 o más años, independientemente del estado serológico inicial en este estudio. Parece una prometedora vacuna para una enfermedad que actualmente es un problema importante de salud pública en muchos países y una amenaza para otros en los que la idoneidad climática para el dengue está aumentando6.

Introducción

La sífilis congénita afecta desproporcionadamente a personas afectadas por determinantes sociales adversos de la salud. Comprender estos determinantes puede ayudar a facilitar la atención integral.

Métodos

Realizamos una revisión retrospectiva de madre-hijo con posible sífilis congénita en un sistema hospitalario de Missouri. Los casos se clasificaron según los escenarios clínicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Se recopiló información sobre demografía, atención prenatal, uso de sustancias y otros factores sociales. Las dupla madre-hijo con sífilis congénita confirmada/altamente probable o posible (“resultados de sífilis congénita”) se compararon con aquellas con sífilis congénita menos probable/improbable (“resultados de sífilis no congénita”) utilizando estadísticas descriptivas.

Resultados

Identificamos 131 dupla madre-hijo con fechas de nacimiento infantiles entre 2015 y 2022: 74 (56%) con resultados de sífilis congénita y 56 (43%) con resultados de sífilis no congénita. La mayoría de las madres eran negras/afroamericanas (n = 84 [65%]) y vivían en áreas con un alto índice de vulnerabilidad social. Muchas tuvieron atención prenatal inadecuada (n = 61 [47%]) y/o tenían antecedentes de uso de sustancias (n = 55 [42%]). Las asociaciones significativas (odds ratio [intervalo de confianza del 95 %]) con los resultados de la sífilis congénita incluyeron atención prenatal limitada (3,01 [1,38–6,56]), ausencia de atención prenatal (16,08 [1,96–132,11]), uso de sustancias (3,42 [1,61–7,25] ), inestabilidad de la vivienda (3,42 [1,39–8,38]) e interacciones con el sistema de justicia (2,29 [1,00–5,24]). El consumo de sustancias se correlacionó con la adecuación de la atención prenatal (P < 0,001). Un tercio de los bebés con resultados de sífilis congénita fueron puestos bajo custodia protectora.

Conclusiones

Los determinantes sociales adversos de la salud son comunes en las parejas afectadas por sífilis congénita. Los sistemas de salud deberían considerar la programación interdisciplinaria para mejorar las pruebas y la vinculación con la atención. Los estudios futuros deberían evaluar el apoyo social para la prevención y el tratamiento de la sífilis congénita.

Bibliografía septiembre 2024

TOP TEN

FACME y 4 de sus SSCC actualizan la guía diagnóstica del mpox con la nueva variante clado I.

Consideraciones previas: El diagnóstico diferencial del mpox (previamente conocida como viruela del mono o monkeypox) es distinto según el contexto. En los pacientes con sospecha y procedentes de zonas de riesgo, el diagnóstico diferencial es más amplio, pues incluye otra patología importada. Hoy en día diferenciar entre personas que han viajado a zonas de riesgo o no es necesario principalmente para saber si el paciente ha podido estar expuesto o no a un clado I, ya que el clado II circula actualmente en los países Europeos. El diagnóstico diferencial de estas lesiones puede ser complejo, incluyendo enfermedades infecciosas y no infecciosas, por lo que en caso de duda se recomienda solicitar la colaboración de Dermatología y conjuntamente, en caso de viajeros/migrantes de Unidades de Patología Importada, por los cauces establecidos en cada área sanitaria (incluyendo teledermatología). La inmunodepresión también modifica el diagnóstico diferencial. Existen pruebas especialmente útiles para el diagnóstico rápido de alguna de las enfermedades infecciosas que entran en el diagnóstico diferencial. Recomendamos consultar la documentación existente sobre diagnóstico de mpox y contactar con los servicios de Microbiología y Salud Pública. A medida que se adquiera más información sobre el cuadro clínico del mpox, este documento puede requerir modificaciones.

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) plantea un importante desafío para la salud mundial en el siglo XXI. En un estudio anterior se cuantificó la carga mundial y regional de la RAM en 2019, al que siguieron otras publicaciones que proporcionaron estimaciones más detalladas para varias regiones de la OMS por país. Hasta la fecha, no se han realizado estudios que produzcan estimaciones integrales de la carga de la RAM en diferentes lugares que abarquen tendencias históricas y pronósticos futuros.

Métodos

Estimamos las muertes por edad y por edad y los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) atribuibles y asociados a la RAM bacteriana para 22 patógenos, 84 combinaciones de patógenos y fármacos y 11 síndromes infecciosos en 204 países y territorios entre 1990 y 2021. Recopilamos y utilizamos datos de múltiples causas de muerte, datos de altas hospitalarias, datos microbiológicos, estudios bibliográficos, perfiles de resistencia a un solo fármaco, ventas farmacéuticas, encuestas sobre el uso de antibióticos, vigilancia de la mortalidad, datos de vinculación, datos de reclamaciones de seguros de pacientes ambulatorios y hospitalizados y datos publicados anteriormente, que abarcan 520 millones de registros o aislamientos individuales y 19 513 años-ubicación del estudio. Utilizamos modelos estadísticos para producir estimaciones de la carga de RAM para todas las ubicaciones, incluidas aquellas sin datos. Nuestro enfoque aprovecha la estimación de cinco grandes cantidades de componentes: el número de muertes que involucran sepsis; la proporción de muertes infecciosas atribuibles a un síndrome infeccioso determinado; la proporción de muertes por síndrome infeccioso atribuibles a un patógeno determinado; el porcentaje de un patógeno determinado resistente a un antibiótico de interés; y el exceso de riesgo de muerte o duración de una infección asociada con esta resistencia. Utilizando estos componentes, estimamos la carga de enfermedad atribuible a y asociada con la RAM, que definimos en base a dos contrafácticos; respectivamente, un escenario alternativo en el que todas las infecciones resistentes a los medicamentos son reemplazadas por infecciones sensibles a los medicamentos, y un escenario alternativo en el que todas las infecciones resistentes a los medicamentos fueron reemplazadas por ninguna infección. Además, elaboramos pronósticos globales y regionales de la carga de RAM hasta 2050 para tres escenarios: un escenario de referencia que es un pronóstico probabilístico del futuro más probable; un escenario de medicamentos Gram-negativos que supone el desarrollo futuro de medicamentos dirigidos a patógenos Gram-negativos; y un escenario de mejor atención que supone futuras mejoras en la calidad de la atención médica y el acceso a antimicrobianos apropiados. Presentamos estimaciones finales agregadas a nivel global, superregional y regional.

Recomendaciones

En 2021, estimamos que 4,71 millones (95 % UI 4,23–5,19) de muertes estuvieron asociadas con la RAM bacteriana, incluidas 1,14 millones (1,00–1,28) de muertes atribuibles a la RAM bacteriana. Las tendencias en la mortalidad por RAM durante los últimos 31 años variaron sustancialmente según la edad y la ubicación. De 1990 a 2021, las muertes por RAM disminuyeron en más del 50 % entre los niños menores de 5 años, pero aumentaron en más del 80 % entre los adultos de 70 años o más. La mortalidad por RAM disminuyó para los niños menores de 5 años en todas las superregiones, mientras que la mortalidad por RAM en personas de 5 años o más aumentó en todas las superregiones. En cuanto a las muertes asociadas y atribuibles a la RAM, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina fue el que más aumentó a nivel mundial (de 261 000 muertes asociadas [95% UI 150 000–372 000] y 57 200 muertes atribuibles [34 100–80 300] en 1990, a 550 000 muertes asociadas [500 000–600 000] y 130 000 muertes atribuibles [113 000–146 000] en 2021). Entre las bacterias gramnegativas, la resistencia a los carbapenémicos aumentó más que cualquier otra clase de antibióticos, pasando de 619 000 muertes asociadas (405 000–834 000) en 1990, a 1,03 millones de muertes asociadas (909 000–1,16 millones) en 2021, y de 127 000 muertes atribuibles (82 100–171 000) en 1990, a 216 000 (168 000–264 000) muertes atribuibles en 2021. Hubo una notable disminución de las enfermedades infecciosas no relacionadas con la COVID en 2020 y 2021. Nuestras previsiones muestran que se estima que habrá 1,91 millones (1,56–2,26) de muertes atribuibles a la RAM y 8,22 millones (6,85–9,65) de muertes asociadas a la RAM. Podría producirse una crisis de este tipo a escala mundial en 2050. Se prevé que las superregiones con la tasa de mortalidad por resistencia a los antimicrobianos más alta para todas las edades en 2050 serán el sur de Asia y América Latina y el Caribe. Los mayores aumentos de las muertes atribuibles a la resistencia a los antimicrobianos se darán entre las personas de 70 años o más (65,9% [61,2–69,8] de las muertes atribuibles a la resistencia a los antimicrobianos para todas las edades en 2050). En marcado contraste con el fuerte aumento en el número de muertes por RAM de 69,6% (51,5–89,2) de 2022 a 2050, el número de AVAD mostró un aumento mucho menor de 9,4% (–6,9 a 29,0) a 46,5 millones (37,7 a 57,3) en 2050. En el escenario de mejor atención, en todos los grupos de edad, 92,0 millones de muertes (82,8–102,0) podrían evitarse acumulativamente entre 2025 y 2050, a través de una mejor atención de infecciones graves y un mejor acceso a antibióticos, y en el escenario de medicamentos Gram-negativos, 11,1 millones de muertes por RAM (9,08–13,2) podrían evitarse mediante el desarrollo de una línea de medicamentos Gram-negativos para prevenir las muertes por RAM.

Interpretación

Este estudio presenta la primera evaluación integral de la carga mundial de RAM desde 1990 hasta 2021, con resultados previstos hasta 2050. Evaluar las tendencias cambiantes en la mortalidad por RAM a lo largo del tiempo y la ubicación es necesario para comprender cómo se está desarrollando esta importante amenaza para la salud mundial y nos prepara para tomar decisiones informadas con respecto a las intervenciones. Nuestros hallazgos muestran la importancia de la prevención de infecciones, como lo demuestra la reducción de las muertes por RAM en los menores de 5 años. Al mismo tiempo, nuestros resultados subrayan la tendencia preocupante de la carga de RAM entre los mayores de 70 años, junto con una comunidad mundial que envejece rápidamente. Las tendencias opuestas en la carga de muertes por RAM entre los individuos más jóvenes y los mayores explican el aumento futuro moderado en el número global de AVAD frente al número de muertes. Dada la alta variabilidad de la carga de RAM según la ubicación y la edad, es importante que las intervenciones combinen la prevención de infecciones, la vacunación, la minimización del uso inadecuado de antibióticos en la agricultura y los seres humanos, y la investigación de nuevos antibióticos para mitigar el número de muertes por RAM que se pronostican para 2050.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las principales causas de enfermedad respiratoria grave y hospitalización en lactantes sanos sin factores de riesgo previos. Aunque desde hace más de 20 años existe una profilaxis con anticuerpos monoclonales, estos debido a su elevado precio y corta vida media, solo han podido emplearse en poblaciones de neonatos y lactantes de riesgo. Recientemente se dispone de anticuerpos monoclonales de mayor potencia, vida media más larga y menor coste, lo que ha permitido su uso universal, no solo en la población de alto riesgo sino también en neonatos y lactantes sanos. Nirsevimab, un nuevo anticuerpo monoclonal de acción prolongada ha demostrado elevada eficacia y seguridad en ensayos clínicos1–3, y su uso fue aprobado en la Unión Europea el 3 de noviembre de 2022. El 9 de mayo de 2023, la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad español aprobó las recomendaciones para uso de nirsevimab durante la temporada 2023-24 en la población infantil con alto riesgo de enfermedad grave por el VRS, y el 12 de julio de 2023 aprobó su utilización sistemática en los menores de 6 meses al inicio o durante la temporada del VRS (nacidos entre el 1 de abril de 2023 y el 31 marzo de 2024). En septiembre de 2023 la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) publicó sus recomendaciones4.

Los excelentes resultados observados tras esta evaluación, con coberturas de inmunización con una media superior al 90% en los nacidos durante la estación, y del 87% en los nacidos antes de comenzar la misma, con una efectividad frente a hospitalizaciones por el VRS en torno al 80%, y un excelente perfil de seguridad, han dado lugar a unas nuevas recomendaciones para la profilaxis frente a las infecciones por el VRS en la temporada 2024-2025 en España, emitidas por el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad, aprobadas por la Comisión de Salud Pública el 14 de marzo de 2024. Ante estos excelentes resultados la SENEO recomienda mantener el mismo esquema de profilaxis universal con anticuerpos monoclonales para la temporada 2024-2025, incluyendo una modificación en la dosificación de nirsevimab para los pacientes que precisan la administración durante la segunda estación6, según se refleja a continuación en las tablas 1 y 2.

Las leishmaniasis son un grupo de enfermedades tropicales desatendidas transmitidas por vectores y causadas por más de 20 especies del parásito protozoario Leishmania. Se presenta en 3 formas principales: leishmaniasis cutánea (LC), leishmaniasis mucocutánea (LMC) y la forma sistémica leishmaniasis visceral (LV). La enfermedad se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados de las especies Phlebotomus en el Viejo Mundo y Lutzomyia en el Nuevo Mundo…

El tratamiento adecuado de la brucelosis es crucial para erradicar la infección y prevenir complicaciones, pero existe una notable laguna en la evidencia sobre el tratamiento pediátrico. Este estudio pretende abordar esta laguna mediante la revisión de la literatura actual, el análisis de la eficacia y seguridad del tratamiento de la brucelosis en niños y la identificación de las áreas que requieren una mayor investigación.

Trimetoprim-sulfametoxazol + rifampicina fueron los antibióticos más prescritos para la brucelosis en pediatría. El estudio subraya la necesidad de más investigaciones con diseños robustos, y enfatiza la incertidumbre con respecto a la eficacia de los regímenes antimicrobianos, enfatizando la importancia de más investigaciones para guiar protocolos de tratamiento específicos para esta población.

La tosferina, sigue siendo un problema de salud pública en todo el mundo. Especialmente desde los años 1990 es notable su reemergencia, a pesar de las políticas vacunales implementadas y de las buenas coberturas de vacunación alcanzadas. Pero ni la enfermedad ni la vacunación proporcionan inmunidad duradera. En España, tras la disminución del número de casos debido a la pandemia de COVID-19, se está observando un incremento extraordinario de la incidencia de tosferina en los últimos meses de 2023 y en 20243, sobre todo en forma de brotes escolares y familiares en niños de 10 a 14 años, al igual que ha sucedido en el resto de Europa2. En abril de 2024, la cifra de casos declarados ascendió a 9.785.

Entre las vacunas en desarrollo, la BPZE18, que se administra por vía intranasal y contiene una cepa viva atenuada de B.pertussis, ha mostrado resultados prometedores en los ensayos clínicos. La lucha contra la tosferina requiere un enfoque multidisciplinario que incluya la mejora de las vacunas actuales y la implementación de estrategias de vacunación a lo largo de toda la vida. Mientras tanto, los pediatras desempeñamos un papel fundamental en la educación de los padres sobre la importancia de la primovacunación y las dosis de refuerzo.

INTRODUCCIÓN

Las infecciones osteoarticulares (IOA) se tratan con antibióticos intravenosos, que presentan inconvenientes. Ningún estudio controlado aleatorio ha comparado si los antibióticos orales iniciales son tan eficaces como el tratamiento intravenoso. El objetivo fue investigar la eficacia y la seguridad de los antibióticos orales iniciales en comparación con los antibióticos intravenosos iniciales seguidos de antibióticos orales en niños y adolescentes con ICJ no complicadas.

MÉTODOS

Desde el 15 de septiembre de 2020 hasta el 30 de junio de 2023, este ensayo nacional, aleatorizado y de no inferioridad incluyó a pacientes de entre 3 meses y 17 años de edad con IOA que acudieron a uno de los 18 departamentos hospitalarios pediátricos de Dinamarca. Los criterios de exclusión fueron infección grave (es decir, shock séptico, necesidad de cirugía aguda o afectación sustancial de los tejidos blandos), material protésico, comorbilidad, IOA previas o tratamiento antibiótico durante más de 24 horas antes de la inclusión. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente (1:1), estratificados según la concentración de proteína C reactiva (<35 mg/L frente a ≥35 mg/L), a recibir inicialmente antibióticos orales a dosis altas o ceftriaxona intravenosa (100 mg/kg al día en una dosis). Los antibióticos orales a dosis altas fueron amoxicilina (100 mg/kg al día) y ácido clavulánico (12,5 mg/kg al día) en tres dosis para pacientes menores de 5 años o dicloxacilina (200 mg/kg al día) en cuatro dosis para pacientes de 5 años o más. Después de un mínimo de 3 días, y tras la mejoría clínica y la disminución de la proteína C reactiva, los pacientes de ambos grupos recibieron antibióticos orales en dosis estándar. El resultado primario fueron las secuelas a los 6 meses en pacientes con IOA, definidas como cualquier movilidad o función atípica del hueso o la articulación afectados, evaluadas a ciegas, en todos los pacientes aleatorizados que no fueron dados de baja antes de tiempo debido a un diagnóstico alternativo (es decir, no IOA) y que asistieron a la evaluación del resultado primario. Una diferencia de riesgo en las secuelas después de 6 meses inferior al 5% implicaba la no inferioridad del tratamiento oral. Los resultados de seguridad fueron las complicaciones graves, la necesidad de cirugía tras el inicio de los antibióticos y los acontecimientos adversos relacionados con el tratamiento en la población asignada al azar.

RESULTADOS

248 niños y adolescentes con sospecha de IOA fueron asignados aleatoriamente a antibióticos orales iniciales (n=123) o a antibióticos intravenosos iniciales (n=125). Tras excluir a los pacientes sin BJI (n=54) o la retirada del consentimiento (n=2), se incluyeron 101 pacientes aleatorizados a tratamiento oral y 91 pacientes aleatorizados a tratamiento intravenoso. Diez pacientes no asistieron a la evaluación primaria de resultados. No se produjeron secuelas después de 6 meses en ninguno de los 98 pacientes con BJI en el grupo oral y en ninguno de los 84 pacientes con BJI en el grupo intravenoso (diferencia de riesgo 0, IC unilateral 97,5% 0,0 a 3,8, p-no inferioridad=0,012). Tras la aleatorización, se practicó cirugía en 12 (9,8%) de 123 pacientes del grupo oral, frente a 7 (5,6%) de 125 pacientes del grupo intravenoso (diferencia de riesgo 4,2%, IC 95% -2,7 a 11,5). No se observaron complicaciones graves. Las tasas de acontecimientos adversos fueron similares en ambos grupos de tratamiento.

INTERPRETACIÓN

En niños y adolescentes con IOA no complicadas, el tratamiento antibiótico oral inicial no fue inferior al tratamiento antibiótico intravenoso inicial seguido de terapia oral. Los resultados son prometedores para el tratamiento oral de las IOA no complicadas, ya que evitan la necesidad de catéteres intravenosos y se ajustan a los principios de la adecuación antimicrobiana.

Casos clínicos

INTRODUCCIÓN

Mycoplasma pneumoniae (M. pneumoniae) es un patógeno común de la neumonía adquirida en la comunidad y también está implicado en una amplia gama de manifestaciones extrapulmonares. La infección por M. pneumoniae rara vez se asocia a una afectación simultánea del sistema nervioso central (SNC) y del sistema nervioso periférico (SNP) en niños.

MÉTODOS

Se reportan 2 pacientes que presentaron encefalitis aguda